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¿Podemos soportar un nuevo confinamiento en España?¿Y nuestro sector turístico?

Ahora que se aproxima la vuelta al cole, todo el mundo está comentando la posibilidad que ante los nuevos brotes de coronavirus en nuestro país se dé la posibilidad de que las autoridades planteen un nuevo confinamiento.

La pregunta que nos hacemos es ¿podemos en España soportar económicamente un nuevo confinamiento? La respuesta es no. Los datos económicos y las señales que nos envían son claros, no solo las pérdidas millonarias de nuestro primer sector el turismo, no solo el incremento del desempleo y la cifra de ERTES que en el corto plazo y dadas las circunstancias, se convertirán en nuevos parados. Tengamos en cuenta que en economía todo está interrelacionado y que los efectos directos, indirectos e inducidos hacen que en las actuales circunstancias económicas y sociales derivadas de la pandemia nos lleven a una caída del PIB sin precedentes y aumento importante del desempleo.

Por supuesto que la salud está por encima de la economía y tanto el Gobierno, como los dirigentes de las Comunidades Autónomas tienen que proteger a la población en las actuales circunstancias. Una posibilidad para minimizar los efectos negativos en la economía nacional es continuar como se está haciendo ahora, es decir confinamientos puntuales en las poblaciones donde se estén dando nuevos brotes de coronavirus. Así protegemos a la población, pero no afectamos a la economía en su conjunto. Otra cosa será si las cifras de contagios, llegado el otoño, continúan su expansión.

Volviendo al tema del sector turístico, es muy preocupante lo que está ocurriendo en la actualidad. Con fecha 20 de Agosto de 2020 en un artículo de Hosteltur (diario digital especializado en turismo), citando como fuente un informe de la consultora Simon-Kucher&Partners, se hace alusión a que las pérdidas económicas en el sector turístico español llegarán a los 88.000 millones de euros, un 6,2 del PIB nacional en 2020. Por otra parte, se señala que España perderá 54 millones de turistas internacionales en 2020, lo que supone una caída del 65% respecto al año 2019.

Estas cifras son sin duda alarmantes, más si tenemos en cuenta la relevancia que hasta ahora ha tenido el sector turístico en nuestra economía. Recordemos por ejemplo algunos datos de la Cuenta Satélite de Turismo (INE) en 2018. Según ésta, el peso del turismo alcanzó los 147.946 millones de euros en 2018, lo que supuso el 12,3% del PIB. Las ramas características del turismo generaron 2,62 millones de puestos de trabajo, el 12,7% del empleo total. En 2019, por su parte España logró otro récord de turistas extranjeros, con 83,7 millones de viajeros internacionales y un gasto de 92.337 millones de euros, según las cifras presentadas en Enero de 2020 por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, obtenidas de Frontur y Egatur (INE). Recordemos que llevábamos varios años de incremento consecutivo de esta variable que mide la demanda turística extranjera.

Está claro que los nuevos datos turísticos para 2020 serán desastrosos, todo lo vaticina así por el efecto de la pandemia. Desde el sector turístico se aventuran algunas estrategias de cambio hacia la puesta en valor del distanciamiento, hacia un turismo de calidad, de mayor gasto turístico. Pero seamos sinceros, estos cambios son necesarios, pero no excluyentes de nuestros mercados turísticos tradicionales, con patrones de turismo masivo de ingleses, alemanes y franceses. Por ejemplo, tenemos el caso próximo de Benidorm, para darnos cuenta de su importancia. Y éste señores no es turismo de altas rentas.

Qué nos dicen las cifras actuales y cuáles son los efectos de la pandemia sobre estos mercados extranjeros que tradicionalmente visitan nuestro país buscando sol y playa. Según publica Hosteltur, citando como he comentado el informe de Simon-Kucher&Partners, las cuarentenas impuestas a los turistas que regresen de España ha incrementado la caída de los británicos, quienes al ser encuestados afirman que harán turismo nacional (40%). En el caso de Alemania, de un año a otro se perderán 6,8 millones de turistas, es decir que de los 11,2 millones del 2019 se esperan 4,4 millones y desde Francia la llegada de turistas caerá un 57%, perdiendo 6,3 millones; Holanda un 59% y el resto del mundo un 68%.

Como se observa, las cifras no son nada alentadoras. Eso sí, el sector turístico ha mostrado siempre su gran capacidad de resiliencia. Esperemos que más adelante si las cifras de infectados por el virus se suavizan y se consigue la tan esperada vacuna probablemente nuestro sector turístico se recompondrá y las cifras de turistas me aventuro a predecir que incluso subirán.

También se ha señalado que nuestra economía no debería ser tan dependiente de los servicios y concretamente, del sector de turismo (que ahora se está viendo tan afectado por la pandemia).

Pero esta no dependencia del turismo pasa por reestructurar nuestra composición sectorial a nivel nacional. Apostar por la I+D+i (que hasta ahora solo lo hemos hecho tímidamente). Cambiar la mentalidad de la terciarización de nuestra economía (aunque los servicios en nuestro país son un elemento crucial y sobre todo el turismo) y reforzar nuestro sector industrial. Y asimismo, como dicen los autores del libro "Prevenir el declive en la era de la inteligencia artificial", Moreno y Pedreño, apostar por la innovación y la digitalización, es sin duda un elemento clave que podría ser crucial y que nos puede ofrecer grandes oportunidades.

Sin ánimo de ser negativa, a pesar de lo comentado anteriormente, mi deseo es que superemos esta grave crisis y que aprendamos la lección para la mejora social (sanidad, educación) y económica de nuestro país. Tenemos la oportunidad de hacer las cosas mejor, hagámoslas.

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