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La UE asegura que la Xylella no tiene cura y exige seguir arrancando árboles

La Conselleria de Agricultura eleva a 98.700 los almendros que deben destruirse, el 8% del total de las tres comarcas afectadas en la Comunidad Valenciana - Los citricultores advierten del riesgo de la plaga

La UE asegura que la Xylella no tiene cura y exige seguir arrancando árboles

A los dos años de detectarse en la Comunitat Valenciana el primer brote de Xylella fastidiosa, el llamado «ébola de los olivos» y que también ataca a otros árboles leñosos como los almendros, avanza sin parar y no tiene cura cuando una planta resulta infectada por esa bacteria al aire libre. Así lo acaba de reconocer la Agencia Europea de Salud Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), organismo de la Unión Europea (UE) con sede en Parma (Italia), tras una nueva evaluación de la plaga.

La Xylella ha destrozado gran parte del olivar de Italia y de Mallorca y afecta de lleno a los almendros de tres comarcas de la Comunitat Valenciana. En su informe científico correspondiente al mes de mayo, la Conselleria de Agricultura indica que la zona infectada por esta devastadora bacteria ocupa ya 3.800 hectáreas y son 71.000 los almendros que deben arrancarse, de los que 44.000 ya han sido destruidos. Además, según los nuevos datos del Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas, habría otros 27.000 almendros adicionales; con lo que la cifra global se eleva a 98.700 árboles, alrededor del 8% de la superficie afectada de medio centenar de municipios de El Comtat, Marina Alta y Marina Baixa.

Erradicación y contención

En medio de la oposición de propietarios de explotaciones en zonas demarcadas por los brotes de Xylella y de no pocas demandas en los juzgados, la administración autonómica asegura que «con la erradicación no se arrancan árboles sanos sino árboles no analizados en el entorno de cien metros de los infectados». Además, la administración autonómica resalta que la contención -mediante tratamientos fitosanitarios en lugar de arrancarlos, tal como reclaman organizaciones agrarias como Asaja-Alicante- no es una decisión en manos de la Generalitat, pues «tiene que ser previamente aprobada por la Comisión Europea y por los 27 Estados miembros». «El cambio de estrategia podría poner en riesgo otros territorios de la UE», advierte la conselleria de Elena Cebrián.

En Italia (donde ya han muerto 10 millones de olivos) los planes de contención de la Xylella no están funcionando y este país ha sido denunciado por la Comisión Europea ante el Tribunal Superior de Justicia de la UE. Además, en la Costa Azul, Francia tiene declarada esta plaga dos años antes que la Comunidad Valenciana (2015) y continuan con la erradicación.

Los almendros infectados, irremediablemente, van a morir, como se está viendo en Baleares, aseguran el informe de la conselleria. En ese sentido, indica que en el caso hipotético de pasar a planes de contención en la Comunitat Valenciana la zona demarcada tendría un radio mínimo de 30 kilómetros desde la zona infectada (en lugar de los 5 km.) y aumentaría la cantidad de viveros afectados por las restricciones de movimiento. En la actualidad hay 63 instalaciones en esa situación.

En abril de 2019 la conselleria recibió una nueva auditoría de la Comisión Europea para examinar si las autoridades españolas están aplicando la legislación europea relacionada con la Xylella. La Generalitat está a la espera de esas conclusiones, como también de algunos recursos ante el TSJ por no autorizarse la entrada en parcelas infectadas para arrancar la vegetación contaminada por dicha plaga y que por el momento no afecta a los olivos valencianos, aunque sí a otras especies como albaricoques y plantas aromáticas.

Expansión de la plaga

A la vista de la situación, el sector citrícola expresa su preocupación al extenderse en Ibiza la Xylella fastidiosa a través de la subespecie pauca, que tiene un nivel de patogenicidad más alto que la multiplex, propagada en Alicante y en el resto de las Baleares. Esta cepa sí que se sabe que podría afectar a los cítricos al desarrollar la llamada Clorosis variegada, fundamentalmente en naranjas navel. En Brasil -especialmente en el Estado de Sao Paulo- la enfermedad llegó a afectar en 2012 al 60% de los árboles, provocando pérdidas anuales de 100 millones de dólares.

El Comité de Gestión de Cítricos, de cara al inicio de la campaña turística y dado el intenso tráfico comercial y de pasajeros existente entre Dénia y esta isla, exige «que se refuercen los controles fitosanitarios para evitar el traslado a la península de material vegetal susceptible de hospedar la bacteria».

La citada Xylella subespecie pauca, con 228 casos positivos confirmados hasta febrero, se ha extendido ya por la práctica totalidad de municipios ibicencos; en olivos y acebuches principalmente y se trata de la misma subespecie que la que está causando estragos en Puglia (Italia). Sin embargo, es una cepa con un tipo genético (ST 80), que es nuevo para la ciencia y que es distinto al detectado en el país transalpino (ST 53).

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