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La afición se planta y Ramírez se aparta del día a día del club

Los seguidores expresan su rechazo a la gestión de los dos empresarios antes, durante y después de la cuarta derrota de Mir en siete partidos

El empresario Juan Carlos Ramírez, el pasado martes en el Rico Pérez

El clamor popular ha podido con Juan Carlos Ramírez. El Hércules anunció anoche en un comunicado que el empresario se aparta de la gestión diaria aunque «manteniendo su compromiso de realizar las aportaciones económicas necesarias para dar estabilidad al club hasta final de la presente temporada», recordando además que «Juan Carlos Ramírez asumió la gestión en el mercado invernal por responsabilidad ante la crítica situación deportiva existente y con el equipo en posiciones de descenso». De esta forma, el socio de Ortiz abandona la primera línea a falta de cuatro días para que concluya el mercado de invierno.

La afición alicantina gritó con fuerza contra Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez y su polémica gestión en el Hércules que está llevando al equipo a caminar con celeridad hacia lo que puede ser un histórico y dramático descenso a Tercera División. Alrededor de medio millar de aficionados del Hércules clamaron ayer contra la directiva en una marcha convocada por la asociación Unidad Herculana que transcurrió sin incidentes entre la Plaza de los Luceros y el Rico Pérez.

A las diez de la mañana ya hubo movimiento de aficionados en la emblemática plaza donde antaño el Hércules festejaba sus éxitos. Tan lejos queda que es difícil recordar alguna imagen de alegría del último ascenso. La actualidad es bien distinta. El club lucha por evitar el descenso e incluso su desaparición si acaba consumando una debacle sin precedentes. La afición preparaba sus pancartas en Luceros junto a los furgones de la Policía Local que posteriormente guiaron la marcha hacia el Rico Pérez.

A medida que pasaban los minutos iban apareciendo más seguidores blanquiazules con ganas de alzar la voz contra la gestión de una directiva cada vez más en el foco de las críticas.

Con todos presentes luciendo los colores del Hércules arrancó la marcha sobre las 11 de la mañana entonando el himno del club blanquiazul para seguidamente pasar a los cánticos contra Ortiz y Ramírez. «Fuera de Alicante», «Ya no te quiero» y «Directiva, dimisión», fueron algunas de las frases tarareadas por los seguidores del Hércules que portaban una pancarta encabezando la manifestación con el lema «Contra la gestión, con el escudo». También se vislumbraba la ya clásica pancarta de «Respetad el escudo» que meses atrás el club no dejó que entrara en el estadio.

A medida que avanzaba la marcha hacia el Rico Pérez se fueron sumando aficionados, con lo que la marea blanquiazul fue ganando en presencia conforme se acercaba el momento cumbre, la llegado al estadio donde el equipo firmó la enésima decepción de la temporada.

Entre cánticos en contra de la gestión del Hércules los seguidores fueron intercalando el himno del club en una marcha muy bien controlada por la Policía que no dio ningún tipo de problema.

Los decibelios fueron creciendo a medida que se vislumbraba el Rico Pérez. La marea blanquiazul fue recibiendo apoyos en los alrededores del estadio y aplausos. La llamada de Unidad Herculana tuvo respuesta en el peor momento de la historia del Hércules para protestar por una gestión que navega continuamente en la polémica. Los cánticos siguieron enfrente de la puerta cero del estadio durante unos minutos acentuándose de manera especial en la gestión de Ortiz.

La asociación alicantina tenía claro que la protesta iba a terminar al entrar al Rico Pérez para dedicarse a animar al equipo en un encuentro clave por la lucha por la permanencia en la categoría que a medida que pasan las jornadas se complica más.

Del que no hubo rastro fue de Juan Carlos Ramírez, que apareció en el palco una vez empezado el partido. Tampoco se le vio a la salida, ya que optó por abandonar el estadio antes de que el bochorno llegara a su fin, por lo que se libró de las protestas en la puerta cero del estadio.

Durante el partido, la expulsión de Íñiguez en el minuto 1 y el primer gol del Atlético Levante en el minuto 13 del partido encendió de nuevo la chispa de la afición. Los ánimos se fueron caldeando y comenzaron los cánticos en la afición herculana tanto en contra de la directiva como de Vicente Mir, que empieza a estar en el foco de las críticas con unos números de descenso.

El desarrollo del encuentro no invitaba a la tranquilidad de la grada y el segundo y el tercer gol del rival blanquiazul provocó más protestas. Sin embargo, durante buena parte del encuentro en el Rico Pérez la afición apenas se escuchaba ni para bien ni para mal. Las continuas decepciones del Hércules han acabado por anestesiar a una afición que estalló a la conclusión del choque.

Aplausos y reproches

Medio centenar de seguidores aguardaron en la puerta del estadio a la salida de la plantilla. Fueron apareciendo los jugadores buscando el autobús que les trasladó hasta el hotel de concentración. El público dictó sentencia con cada uno de ellos conforme iban apareciendo.

Pocos se salvaron de los gritos de los aficionados. Perone, Raúl, Falcón, Alfaro y Pedro Torres recibieron aplausos mientras que jugadores como Jona, Yeray o Felipe Alfonso fueron el centro de las críticas.

Con Vicente Mir los ánimos estaban muy encendidos. El entrenador blanquiazul no llegó a aparecer, aguardó en el vestuario a que todo se calmase para poder abandonar el Rico Pérez sin problemas, aunque de camino a la sala de prensa fue insultado por el grupo de aficionados congregado.

Máxima tensión en el estadio del Hércules con un equipo en crisis que camina a marchas forzadas hacia la Tercera División.

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