¡Viven! El Hércules se dio ayer una alegría en Tarragona gracias a una victoria balsámica que al menos permite a los jugadores marcharse al parón navideño con esperanza e ilusión por salir de la zona de descenso, para lo que aún hay que remar mucho. Ni los más optimistas del lugar apostaban por la victoria alicantina en el feudo del Nàstic pero el conjunto de Mir se sacudió los miedos, defendió bien y se hizo justo acreedor de un triunfo que pudo ser más holgado si el colegiado no hubiera pasado por alto un claro penalti a Carlos Martínez en el minuto 40 (con 0-1) y si el auxiliar no le hubiera anulado un gol por un fuera de juego muy dudoso al delantero de Mataró en el 78'.
La victoria deja muy herido al Nàstic y aliviado al Hércules, dos equipos hechos a golpe de talonario que están fracasando con estrépito y quiere huir cuanto antes y a toda prisa de la zona baja, donde no están acostumbrados ni saben competir.
El cuadro alicantino formó de inicio con el mismo trivote que jugó en la Copa (Miranda, Yeray y Diego Benito), lo que dejaba a Carlos Martínez muy solo como referencia ofensiva. El Nàstic arrancó con más ímpetu, se apoderó del balón y estuvo a punto de adelantarse en el minuto 10, pero Falcón lo evitó de manera providencial al repeler un disparo cercano de Jonathan Pereira tras una buena acción de estrategia.
El equipo de Seligrat rondó también el gol poco después en un mal despeje de Borja que estuvo cerca de entrar en su portería y en una asistencia de Bonilla desde la banda izquierda que se envenenó y se marchó próxima a la escuadra.
El Hércules, por su parte, no se asomó al área rival hasta la acción del gol. En el 37', un buen centro de Nani desde la izquierda no fue despejado ni rematado en el primer palo, lo que aprovechó Borja Martínez para conectar un zurdazo dentro del área que mandó el balón por arriba de Bernabé y enloqueció al medio centenar de alicantinos desplazados hasta el Nou Estadi. El 0-1 aturdió al cuadro local y envalentó al de Mir, que probó suerte un par de minutos después con un zurdazo potente de Nani desde la frontal que despejó de puños el portero. En la acción siguiente, Carlos Martínez reclamó penalti al ser derribado por Goldar en boca de gol en un córner prolongado en el primer palo por Fran Miranda.
El primer acto finalizó con una clara oportunidad para el Hércules cuando Moha se marchó de Valentín por potencia y velocidad en la banda izquierda pero su pase definitivo al área pequeña no encontró por centímetros a Borja Martínez, que ya se relamía los labios con el 0-2.
El Nàstic salió intenso y agresivo al inicio de la segunda parte y la entrada del veloz delantero Amang dio otro aire al ataque del cuadro de Seligrat. El atacante camerunés probó a Falcón con un disparo centrado desde la frontal y el Hércules se limitaba a defenderse con orden, pero sin dar dos pases seguidos. El objetivo era hilvanar contragolpes que pudieran sentenciar el partido y el primero de ellos llegó en el 68', cuando Moha se marchó de su par con su habitual potencia pero su asistencia a Carlos fue desviada por Goldar en última instancia. Poco después, el extremo volvió a exhibir su poderío físico para plantarse dentro del área y exigir a Bernabé con un potente disparo.
El Nàstic quería pero no podía, era un manojo de nervios y precipitaciones. Por su parte, el Hércules se defendía con orden y sin pasar demasiados apuros, pero el marcador era corto y la sensación de angustia y tensión no remitía. El choque pudo quedar sentenciado en el minuto 78 cuando Carlos Martínez se adelantó al portero y cabeceó a la red un gran servicio de falta de Borja, pero el colegiado anuló el tanto por un fuera de juego muy ajustado. El delantero tuvo que abandonar el campo en camilla al recibir un fuerte golpe del meta Bernabé y en su lugar entró Alejandro Alfaro. Previamente lo había hecho el canterano Pedro Torres para aportar músculo al centro del campo.
La única aproximación peligrosa del Nàstic fue una internada de Amang en el 78'. El habilidoso atacante se coló entre Quintero y Nani y su disparo final dentro del área acabó en córner sin que lo tocara Falcón. El asedio catalán era incesante y Bernabé desbarató una doble ocasión de Moha y Pedro Torres para sentenciar ya en el descuento.
El Nàstic quemó todas las naves, asumió todos los riesgos posibles y en la última acción del partido llegó el 0-2 en una contra conducida por el inagotable Moha, quien cambió de orientación al ver a Rulo dentro del área. El valenciano, que había entrado al campo en el 96' para perder tiempo, tuvo la paciencia necesaria para recortar al zaguero y batir a Bernabé con el exterior. Hasta el 99' no pudo respirar el Hércules, que se marcha de vacaciones con un balón de oxígeno e ilusiones renovadas.
Vuelta al trabajo el 30 y partido ante el Ejea el sábado 4
La plantilla y los técnicos del Hércules comenzaron ya anoche sus vacaciones y regresarán a los entrenamientos el lunes 30 de diciembre para empezar a preparar el primer choque de 2020, que se disputará el sábado 4 de enero en el Rico Pérez frente al Ejea de los Caballeros, con horario todavía por determinar. El Hércules disputará dos encuentros consecutivos en su estadio ante rivales directos (Ejea y Prat) que se presentan como claves para abandonar definitivamente la zona baja.
Moha Traoré ve la quinta amarilla
El extremo Moha Traoré vio la quinta amarilla de la temporada por lo que se perderá el primer choque de 2020, que se disputará en el Rico Pérez el sábado 4 de enero ante el Ejea, con horario todavía por determinar. El atacante barcelonés de origen maliense fue uno de los protagonistas del partido ya que el meta Bernabé impidió que marcar en un par de ocasiones y acabó asistiendo a Rulo en el 0-2. Carlos Martínez se retiró en camilla al sufrir un fuerte golpe del portero en el gol anulado.
