Salvo sorpresa, Felipe Alfonso no volverá a vestir la camiseta del Hércules. El lateral derecho pasará por el quirófano en los próximos días para ser intervenido de un hernia, aunque desde los servicios médicos blanquiazules dan la callada por respuesta y no se manifiestan al respecto. El zaguero pucelano únicamente jugó 35 minutos en el primer partido de Liga ante El Prat y desde entonces está al margen de sus compañeros.
El primer diagnóstico fue la pubalgia y, tal y como publicó este diario, el propio jugador se pagaba de su bolsillo el tratamiento con un fisioterapeuta de Murcia y un preparador físico especializado en esta dolencia que ya trabajó en su día con el exherculano Farinós. Tras varias semanas de trabajo, las molestias no remitían lo suficiente como para volver a los entrenamientos y el nuevo diagnóstico (ajeno a los servicios médicos del Hércules) apunta a una hernia que precisa intervención quirúrgica, según ha podido saber este diario. Su vuelta a la competición no tiene plazos y todo parece indicar que su ficha será dada de baja para incorporar a otro jugador en cuanto se abra el mercado (enero).
Felipe Alfonso, de 26 años, llegó el pasado verano al Hércules procedente del Alcorcón, aunque en el equipo madrileño únicamente disputó siete partidos como titular en dos temporadas. El lateral derecho llegó recomendado por Lluís Planagumà, ya que ambos había coincidido en el filial del Villarreal (12/13 y 13/14).
El reconocimiento médico al que fue sometido antes de firmar en el Rico Pérez no detectó ninguna dolencia y el jugador realizó la pretemporada con aparente normaliad. De hecho, fue titular en el debut liguero frente a El Prat. Felipe llegó a Alicante como un refuerzo clave ya que debía ocupar el importante vacío dejado por Juanjo Nieto, quien rechazó cuantas ofertas de renovación le puso el director deportivo Portillo sobre la mesa ya que quería jugar en Segunda y así lo está haciendo en el Oviedo.
Avería muy seria
La prolongada ausencia de Felipe ha supuesto un quebradero de cabeza importante para los tres entrenadores que han dirigido al Hércules en estas ocho primeras jornadas: Planagumà, José Vegar y Jesús Muñoz. Son dos los sustitutos naturales del pucelano en la plantilla: los alicantinos Víctor Olmedo y Álvaro Pérez. El primero, más inexperto y todavía por hacer, y el segundo agresivo y cumplidor, pero con poca vocación ofensiva ya que su posición de siempre es la de central.
Olmedo jugó de inicio con Planagumà los dos partidos en el Rico Pérez frente al Villarreal B y el Sabadell y el canterano sufrió defensivamente, sobre todo ante el filial amarillo. Tiene una vocación claramente ofensiva, destaca por su visión de juego y golpeo de balón, pero también es inexperto. De hecho, la actual es su primera temporada con dorsal con el primer equipo y ya no juega con el filial.
Por su parte, Álvaro Pérez tiene bagaje, los conceptos defensivos más claros y mucha más agresividad, pero no es lateral específico aunque en el filial del Valencia jugara esporádicamente en esta posición. Además, el gran problema con el alicantino es que mientras juegue de lateral, el técnico Muñoz se queda casi sin opciones de remodelar el eje de la defensa y por ese motivo Samuel y Pablo Íñiguez continúan como intocables pese a la sangría de goles en contra (14 en 8 partidos), un dato que solo empeora el Orihuela.
