El primer gran incendio forestal del verano en la provincia de Alicante ha calcinado más de 120 hectáreas de pinar y monte bajo en La Romaneta, una pedanía de Monóvar situada a escasos metros del término de La Romana. La Guardia Civil también tuvo que desalojar una decena de casas de campo que se vieron cercadas por las llamas aunque, gracias a la intervención de los bomberos, no sufrieron finalmente daños.
La difícil orografía de un terreno montañoso sin caminos de acceso, el viento cambiante y el frondoso pinar dificultaron unas labores de extinción que contaron con un amplio despliegue de medios. Llegaron a intervenir medio centenar de bomberos de los Parques de Elda, Ibi, Villena, Cocentaina, San Vicente y Crevillente, voluntarios de ACIF de Salinas y Alcoy, dos unidades helitransportadas, dos hidroaviones Air Tractor y un Kamov así como varios helicópteros y vehículos con bombas de agua y capacidad de transporte de personas.
Al cierre de esta edición el fuego seguía activo en uno de sus cuatro frentes pero, si el viento daba tregua, estaba previsto controlarlo definitivamente al anochecer.
El aviso del incendio se recibió a las doce del mediodía y el helicóptero Alpha 0 fue el primero en salir de la base del Consorcio Provincial de Bomberos de San Vicente para dirigir, desde el aire, las operaciones de extinción de los medios terrestres. Según ha indicado a este diario el alcalde de La Romana, Nelson Romero, todo parece apuntar a que el origen del fuego pudo estar en una quema de rastrojos realizada en uno de los chalés de la zona, extremo que la Guardia Civil está investigando.
Las llamas se extendieron con mucha rapidez, desde un barranco por las lomas del paraje Els Alforins, amenazando con calcinar varios chalés. «El fuego se ha llegado a acercar a la sierra de La Zafra -donde hay una reserva de mil hectáreas de pino- pero afortunadamente se ha salvado porque se ha producido un repentino cambio en la dirección del viento. El incendio ha girado entonces hacia la zona de los cultivos y la Zafra se ha salvado», explicó con alivio el alcalde de Monóvar, Alejandro García, tras elogiar el trabajo de los bomberos y agradecer la ayuda brindada por el Consell.
Uno de los propietarios, Salvador Vidal, también relató con angustia lo cerca que el fuego se quedó de su casa. «He visto llamas de siete y ocho metros en el monte más cercano a mi finca y me he preocupado mucho. Pero me he tranquilizado cuando en el puesto de mando me han explicado que en mi chalé había tres camiones de bomberos utilizando el agua de la piscina para rociar la casa y los pinos próximos». Los alcaldes de La Romana, Monóvar y Pinoso, los socialistas Nelson Romero, Alejandro García y Lázaro Azorín, estuvieron desde el principio en el lugar para comprobar la evolución del siniestro. «Impotencia y desolación» son las palabras con las que describieron su estado de ánimo mientras el fuego parecía imparable. Hasta el Puesto de Mando Avanzado también acudió por la tarde el diputado de Emergencias, Javier Sendra; el presidente de la Diputación, Carlos Mazón; y la consellera de Interior, Gabriela Bravo.