Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Monóvar vierte aguas fecales a un humedal por la falta de capacidad de la depuradora de Elda

Los vecinos aseguran que la contaminación se mantiene desde 2018 y el Seprona requiere a Ayuntamiento y Mancomunidad para que cesen los vertidos

Las aguas residuales de Monóvar se acumulan en la rambla de Charco Amargo y provocan malos olores y proliferación de mosquitos. ÁXEL ÁLVAREZ

Los vertidos contaminantes por la insuficiente capacidad de la estación depuradora de la Mancomunidad Intermunicipal del Valle del Vinalopó, que se encuentra ubicada en Elda y da servicio también a Petrer, Monóvar y Sax, vuelven a generar problemas ambientales y denuncias vecinales.

La semana pasada fue en Novelda y en esta ocasión el problema se localiza en Monóvar. Concretamente en una rambla próxima al río Vinalopó donde se encuentra el pequeño humedal de Charco Amargo. Desde hace dos años un caudal constante de aguas fecales procedente del alcantarillado de Monóvar se acumula en esta zona a través de un aliviadero próximo a un grupo de viviendas donde reside una decena de familias.

El problema, según explican los vecinos afectados, es que el bombeo de las aguas residuales de Monóvar a la depuradora de la Mancomunidad no funciona adecuadamente. La incapacidad de la planta para tratar el caudal reconduce los fluidos fecales y las toallitas hasta la rambla de Charco Amargo. El aliviadero debería utilizarse en situaciones excepcionales -lluvias torrenciales, avería de la depuradora o rotura de las conducciones subterráneas- pero desde hace dos años el vertido es continuo. Un problema que genera un foco de insalubridad con emisión de malos olores y proliferación de mosquitos.

Cansados

Los vecinos han pedido ayuda al Ayuntamiento de Monóvar, a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y la Mancomunidad Intermunicipal del Valle del Vinalopó. Pero, cansados de esperar una solución que nunca llega, hace dos meses optaron por denunciar los hechos al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Los agentes han supervisado la zona y han requerido al Consistorio y a la Mancomunidad para que pongan fin a los vertidos de forma inmediata. Con tal objeto el alcalde, el socialista Alejandro García, ha anunciado que llevará el asunto al próximo pleno de la entidad.

Aunque el mantenimiento de la rambla corresponde a la Confederación del Júcar, el enclave donde se encuentra el aliviadero fue cedido al ente mancomunado cuando se instalaron las tuberías que conectan el alcantarillado con la depuradora. Motivo por el cual el organismo de cuenca ha trasladado la obligación de actuar a la Mancomunidad como titular de la planta de tratamiento.

«Así no se puede vivir. Es una situación insoportable y ahora que empiezan los calores no vamos a poder salir de casa ni abrir las ventanas», indicó ayer a este diario Manoli González, portavoz de los vecinos. «No podemos entender que, con tantos controles medioambientales que hay hoy en día para todo, las aguas sucias de las viviendas, comercios, bares y fábricas de Monóvar se echen a un humedal y nadie haga nada por evitarlo», enfatizaba.

Para los afectados la solución definitiva pasa por separar las conducciones del alcantarillado y de las aguas pluviales del municipio, y dotar a la depuradora de la Mancomunidad de la capacidad necesaria para tratar el caudal que generan los más de 95.000 habitantes de los cuatro municipios. Pero, en caso de no ser posible a corto plazo, proponen alargar la conducción del aliviadero hasta una zona más alejada de la rambla donde no haya viviendas. Medida que acabaría con las molestias pero no con la contaminación. Otra de las opciones planteadas es construir un tanque de tormentas. Un depósito que retiene el agua de lluvia y evita colapsar la entrada de caudales a la depuradora. De este modo no sería necesario utilizar el aliviadero.

Precisamente la semana pasada este diario adelantó que la concejalía de Medio Ambiente de Novelda había exigido a la CHJ que revisara los parámetros de los vertidos de la planta de Elda, Petrer, Monóvar y Sax. La denuncia se interpuso por un nuevo episodio de contaminación del Vinalopó a su paso por la ciudad, evidenciado por la espuma que presentaba el agua. Por eso la concejala Lourdes Abad también solicitó que se inspeccione y mejore la gestión para la depuración del efluente vertido desde la planta de Elda.

Un basurero incontrolado en el Pantano de Elda

Residuos contaminantes de todo tipo se acumulan desde hace meses en un enclave protegido del río Vinalopó

El río Vinalopó sigue siendo un ecosistema amenazado a pesar de los compromisos que las diferentes Administraciones han hecho públicos en los últimos años para evitar su degradación. Junto a los frecuentes episodios de contaminación de sus aguas, a lo largo del cauce continúan acumulándose pequeños basureros incontrolados. Los ecologistas del Observatorio del Vinalopó (OVi) han advertido sobre la presencia de todo tipo de residuos en la zona del Pantano de Elda. Vertidos electrónicos, escombros, restos vegetales, basuras domésticas, desechos de talleres mecánicos, pieles plásticas muy contaminantes e, incluso, bolsas con tallos secos de marihuana se acumulan desde hace meses junto a un contenedor. Cabe recordar que la zona del Pantano posee una singular comunidad de tarayes, Tamarix gallica, que constituye el objeto principal de la reserva de protección ecológica de este valioso enclave del río Vinalopó.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats