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Seguro a la carta para la uva de mesa

Los alcaldes de Novelda, Aspe, Monforte, La Romana y Agost piden al Ministerio de Agricultura una rebaja de la póliza y del IRPF para combatir la crisis del sector

Seguro a la carta para la uva de mesa

Los alcaldes de Novelda, La Romana, Monforte del Cid, Aspe y Agost han trasladado al Ministerio de Agricultura las reivindicaciones que los productores de uva de mesa del Vinalopó llevan años planteando sin ser atendidos. Del sector dependen más de 2.000 familias del Medio Vinalopó y emplea cada temporada a 12.000 personas. Los siete municipios productores -a los cinco anteriores hay que añadirles Hondón de las Nieves y Hondón de los Frailes- producen 70 millones de kilos anuales y facturan 25 millones de euros a pie de campo. Un montante que se multiplica con el valor añadido de la exportación. Pero el incremento de los costes de producción y salarios, el desproporcionado aumento del seguro agrario, el elevado precio del agua, la falta de relevo generacional y una carga impositiva cada vez más gravosa lo ha llevado a una encrucijada cuya consecuencia ya está dando lugar, tal y como este diario publicó el pasado jueves, al abandono de fincas, venta de tierras y arranque de viñas por falta de rentabilidad.

La subida del seguro agrario en un 70% de media es uno de los mayores problemas a los que se han tenido que enfrentar los agricultores del Valle de las Uvas. Pues bien, con la intención de buscar soluciones, las primeras autoridades de Novelda, Fran Martínez, del PSOE; de Aspe, Antonio Puerto, de IU; de Monforte del Cid, María Dolores Berenguer, de IU; La Romana, Nelson Romero, del PSOE; y Agost, Juan José Castelló, del PP, se desplazaron ayer a Madrid para mediar con los responsables de Agricultura de un Gobierno central en funciones. Entre otros, con el subdirector general de Análisis, Coordinación y Estadística, Gonzalo Eiriz Gervás.

El primer compromiso del Ministerio es abaratar la póliza mediante un seguro a la carta en el que los agricultores puedan decidir la cobertura de los riesgos. De este modo, la cuantía volverá a unos parámetros semejantes a los que se manejaban antes del incremento. Al productor se le daría la opción, por ejemplo, de retirar la cobertura por podredumbre del grano. En tal caso el importe se reduciría hasta en un 50% en ese módulo en concreto.

El director general de Enesa, José María García de Francisco, también se mostró a favor de delimitar el riesgo por parcelas, en lugar de hacerlo por explotaciones, y ofrecer descuentos a los productores que adopten medidas preventivas -mallas y plásticos de protección- en sus cultivos.

Cabe recordar que el precio de las pólizas para garantizar la cosecha de las inclemencias meteorológicas ha subido una media del 70% en la última campaña respecto a la anterior. Una cantidad «inasumible» para unos agricultores que apenas tienen margen de beneficio y que se arriesgan, tal y como ocurrió con la gota fría del pasado septiembre, a perder toda la cosecha por la caída de los parrales o la aparición del rajado del grano y los temidos hongos que surgen con la humedad y el calor.

En el encuentro de ayer también se abordó la necesidad de reducir los módulos del IRPF en la uva de mesa. Una cuestión que el Ministerio de Agricultura trasladará al de Hacienda tras advertir los alcaldes que es una «reivindicación histórica» por el agravio comparativo que sufre la uva respecto a otros productos agrícolas. Sin embargo, esta petición no será atendida a título particular sino en el ámbito general de la Denominación de Origen Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó. Sobre la mesa ministerial también quedaron expuestas dos necesidades. De un lado, conceder bonificaciones de la Seguridad Social a los trabajadores en caso de situaciones de pérdidas de cosecha o crisis del sectorial, como está ocurriendo en estos momentos. Y, por otro lado, facilitar el acceso de las ayudas a los jóvenes que decidan dedicarse al sector primario. Para ello, la normativa vigente en materia de subvenciones debería atender a los minifundios característicos del Medio Vinalopó y, por tanto, reducir las hectáreas que permitan optar a esas ayudas.

Los cinco alcaldes regresaron satisfechos de Madrid y ambas partes se comprometieron a mantener una nueva cita, previsiblemente a mediados de diciembre, para comprobar que los acuerdos alcanzados se cumplen.

Siete millones

El análisis del responsable comarcal de Asaja, sin embargo, no resulta tan optimista. Pedro Rubira considera que «las medidas alcanzadas se quedan cortas» para prestar una ayuda real al sector y no solucionan el problema. «Para que el seguro vuelva a costarnos lo mismo que antes, el Ministerio debería aportar una subvención de siete millones de euros a la uva de mesa del Vinalopó. Solo así pagaríamos lo mismo que pagábamos antes», subraya, advirtiendo, además, que muchos de los puntos solicitados por los alcaldes ya los habían planteado meses atrás las organizaciones agrarias en una negociación que estaba muy avanzada. Y pone como ejemplo el módulo del pedrisco, que es el único que bajará de precio en la póliza, cuando la mayor afección para la uva del Vinalopó se produce con la lluvia en las variedades intermedias como la Ideal, Red Globe y Doña María. «Antes el coste del seguro oscilaba entre 3 y 5 céntimos el kilo y ahora lo hace entre 8 y 10 céntimos el kilo. Así que pueden decir lo que quieran, pero mientras el Gobierno no lo subvencione nada habrá mejorado», concluye Rubira.

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