El alcalde, Carlos González, volverá a designar a los pedáneos del Camp d'Elx a dedo. El ejecutivo local volverá al método tradicional que ha imperado en el Ayuntamiento ilicitano y dejará atrás la consulta popular realizada por primera vez hace cuatro años que se le acabó atragantando al equipo de gobierno. La designación de los representantes de las pedanías se producirá antes de las fiestas de agosto, tal y como apuntó el nuevo representante del área, Vicente Alberola, quien aseguró a este diario que quieren resolver el asunto «lo antes posible por respeto a las pedanías» y para ello, tal y como explicó, buscarán el perfil «idóneo» sin depender de las siglas políticas de cada uno. De hecho, no cierran la puerta a que algunos puedan repetir. Los nombramientos de los representantes de las partidas rurales será, por lo tanto, una de las primeras medidas del nuevo ejecutivo local, en la que los socios de gobierno del PSOE, Compromís, no están de acuerdo, porque defienden que el proceso de elección sea democrático, tal y como sí consiguieron impulsar en 2015.
Pese a esas discrepancias, esta vez, el PSOE ha hecho valer el peso de sus doce concejales, frente a los dos de la coalición, y tiene claro que volverá a decidir de forma directa a quién pone al frente de las pedanías, en lugar de que sean los vecinos los que elijan.
El primer edil justificó ayer su postura, recogida en el programa electoral de los socialistas para estas elecciones, y señaló que con este procedimiento se «cumple la ley, que recoge la elección de los pedáneos como una competencia que recae sobre el alcalde».
En el pasado mandato, el regidor y su equipo de gobierno también defendieron por activa y por pasiva la legitimidad de la consulta realizada a 34.000 vecinos, en la que participaron algo más de 5.400. Aquellas votaciones fueron en un primer momento desautorizadas por la Subdelegación del Gobierno en Alicante, en manos del PP, y fueron defendidas por el ejecutivo local en los tribunales. Finalmente, el juzgado dio la razón al Ayuntamiento y una sentencia dijo que era el alcalde quien «tiene plena competencia para nombrar directamente a los pedáneos, así como removerlos a su libre criterio, decretando su cese de forma automática y, en todo caso, cuando expire al mandado del alcalde que los nombró, a falta de una normativa expresa».
Choques con pedáneos
Pese a sostener la legalidad de aquel proceso participativo, al final, el PSOE ha acabado dando marcha atrás. Y en eso ha tenido mucho que ver los pedáneos que se le volvieron en contra en el anterior mandato. El más claro ejemplo ocurrió en El Altet, donde su pedáneo, Ángel Soler, se vio forzado a dimitir el pasado verano por promover la segregación de la pedanía, hasta tal punto de fundar después un partido con el que concurrió a los comicios locales (El Altet Decide).
De hecho, esta formación tildó ayer de «retroceso democrático» el quitarle a las pedanías la posibilidad de elegir a sus representantes. Sin embargo, los choques entre los alcaldes pedáneos y el equipo de gobierno no se quedan en El Altet, sino que también se han producido desavenencias con representantes de otras pedanías,opuestos al ejecutivo local y a los que se les ha visto próximos a otros partidos políticos. Es por ello por lo que los socialistas quieren quitarse de en medio este problema en el Camp d'Elx, además, caladero tradicional de votos del PP.
Primeras reuniones
Con estos mimbres, el recién aterrizado gobierno local tiene previsto activar la maquinaria en los próximos días para zanjar cuanto antes los nombramientos. Para ello, habrá reuniones con aquellos que «reúnan el perfil y que sean capaces de hacer llegar de manera eficaz las necesidades de las pedanías al Ayuntamiento», dijo Alberola.
La corporación municipal se mantendrá los sueldos
En las ciudades de entre 150.000 y 300.000 habitantes el salario máximo es de 86.000 euros y en Elche será de 61.900
Los 27 concejales del Ayuntamiento de Elche cobrarán lo mismo que en el anterior mandato. El alcalde, Carlos González, ha decidido mantener los sueldos de los ediles y del personal de confianza del equipo de gobierno y de los grupos municipales, tal y como se ha venido haciendo en Elche desde la última crisis económica.
Para el caso de ciudades de entre 150.00o a 300.000 habitantes, el sueldo máximo en los ayuntamientos es en 2019 de 86.800 euros. Una escala con la que la ciudad se sitúa por muy por debajo, pues el primer edil percibe, según los registros de 2018 alrededor de 61.900 euros.
En la misma línea que el pasado mandato, además de las retribuciones económicas, el ejecutivo local pretende mantener un número similar de asesores que en 2015. Aunque el máximo permitido es de 27, entonces el gobierno local decidió autolimitarse y fijar un máximo de 23, algo a lo que no se llegó en pasado mandato y la media de asesores fue de 17.
Estos asuntos se aprobarán de manera oficial en el pleno de organización previsto para la próxima semana, al igual que las dedicaciones exclusivas que el alcalde concede a cada partido político, un máximo de 18 para toda la corporación. Para la oposición ya ha dicho que dará dos al PP y una y media a Ciudadanos y Vox, respectivamente.
Ante el malestar de los populares por ese reparto, el alcalde, Carlos González, le recordó ayer al PP que en el mandato de Mercedes Alonso actuaron con «arbitrariedad» con el PSOE cuando estaba en la oposición y justificó su decisión apuntando a criterios de «objetividad» que ya se aprobaron en el pasado mandato. El primer edil dijo que cuando su grupo municipal tenía once concejales entre 2011-2015 optó solo a una dedicación exclusiva y se quedó sin funcionario de empleo.
