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Alejandro Sanz da el concierto de la década en Elche

Vanesa Martín, India Martín, Marta Soto y Pablo López actúan junto al cantante madrileño

Alejandro Sanz da el concierto de la década en Elche

Entre la tecnología más puntera y la parte más pasional del corazón. Así se desarrolló el concierto que ofreció anoche Alejandro Sanz en el Martínez Valero. El madrileño abarrotó el estadio ilicitano con la presencia de más de 33.000 espectadores en una cita que se prolongó durante más de dos horas, tiempo que sirvió para repasar una carrera musical que supera las dos décadas y para hacer alarde de una espectacular escenografía que se extendía de punta a punta del fondo norte del recinto deportivo. «Nunca se ha visto en la historia de la provincia un despliegue tecnológico así, con unas pantallas y una calidad de sonido solo al alcance de las grandes bandas internacionales», explicaba uno de los organizadores locales antes de que arrancara el directo.

Pasaba un cuarto de hora del momento fijado para el inicio del concierto cuando Alejandro Sanz aparecía en escena de riguroso negro para desatar el primer instante de éxtasis entre su legión de seguidores incondicionales. Para empezar, el madrileño apostó por uno de sus clásicos, Hoy que no estás, canción del disco Más, el mejor de su carrera. Quería arrancar tocando la fibra de sus fans, consciente de que más allá del espectáculo de luces que le rodeaba, uno de sus fuertes está en las letras que despiertan sentimientos. Durante el primer tramo de la actuación fue alternando algunas de sus piezas más conocidas con otras recientes en las que ha abrazado los ritmos urbanos para acercarse al público más joven, como fueron el funk Azúcar en un bowl o Back in the city y La peleíta, que se aproximan más al reguetón, todo ello aderezado con la destreza de la banda de músicos de primer nivel que le acompaña, que aportó durante la velada un sonido contundente y lleno de matices.

La música y la emoción se fundieron durante la actuación del artista de Moratalaz, que había mantenido en secreto el nombre de los invitados que le acompañarían en Elche. Finalmente fueron algunas de las voces más emergentes del pop español, como Vanesa Martín, Pablo López, India Martínez, Judith Nederman y Marta Soto, las que fueron desfilando por el escenario a lo largo de una noche en la que se intercalaron temas muy conocidos (Aquello que me distes, El alma al aire, Quisiera ser, Y, ¿si fuera ella?...) con otros de su nuevo disco (Los lugares, Te canto un son, El trato, Mi persona favorita...).

Alejandro Sanz volvió a triunfar en Elche mientras las autoridades locales se frotan las manos con el que ha sido el concierto de mayor envergadura que ha acogido la ciudad en la última década. Los datos que ha dejado la esperada actuación hablan por sí solos, con un impacto económico de 6 millones de euros, ya que, de las más de 33.000 personas que acudieron al Martínez Valero, el 80% procedía de fuera. Un despliegue formado por 250 agentes se encargó de velar por la seguridad junto a ocho ambulancias y dos hospitales de campaña. También se activó la unidad de control operativo con la que cuenta el estadio ilicitano.

Nuevos tiempos

Entre los asistentes al concierto hubo muchos que lamentaron no ver una versión más baladista de Alejandro Sanz, a veces difuminado entre tanta pirotecnia tecnológica, y maldijeron los nuevos tiempos que impone la industria, sobre todo en el caso de la música latina a la que se ha abierto el artista español. Las fórmulas bailables y callejeras superaron en varios momentos al romanticismo clásico que llevó al protagonista de la noche a la cúspide del panorama musical español. Eso sí, pese al escenario XXL y la adaptación del repertorio a la escena actual, era difícil encontrar entre el público a alguien menor de 25 años.

La temperatura echó un capote al buen desarrollo del concierto y los 22 grados que hacía cuando se puso el sol y comenzó a sonar la música ayudaron a sobrellevar la concentración de gente sin mayores agobios. También quedó claro que Elche tenía muchas ganas de música y de vivir con toda la energía posible una actuación muy esperada desde que se anunció en noviembre y que guardó las canciones más reconocibles para la traca final.

De este modo, en la última media hora del concierto Alejandro Sanz echó mano de temas como Amiga mía, Mi soledad y yo o ¿Lo ves?, letra que siempre acompaña con el piano en una versión intimista que se convierte en uno de los puntos álgidos. Y, para terminar, el Corazón partío con el que puso el broche al concierto de la década en Elche.

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