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El Instituto de la Palmera comienza a montar el laboratorio 2 años después de firmar el contrato

Ni la empresa ni el Ayuntamiento se atreven a concretar una fecha sobre el inicio de la producción de ejemplares in vitro en el edificio público

La sala de cultivo del Instituto de la Palmera, todavía vacía, mientras la empresa ajusta la temperatura para poder albergar ejemplares producidos in vitro. matías segarra

La empresa que hace dos años firmó el contrato con el Ayuntamiento para investigar palmeras y producir ejemplares in vitro en un edificio público de Elche ha empezado a montar los laboratorios. El Instituto de la Palmera, emplazado en el barrio de la Portalada, acaba de abrir sus puertas para instalar la maquinaria y sin que la empresa ni el Ayuntamiento se atrevan a concretar todavía ninguna fecha para iniciar la actividad.

El complejo científico está en estos momentos en la fase de equipación, a la espera de que llegue el material y vacío todavía de esas palmeras que pretendían importarse a países como Irak, Irán o Marruecos, tal y como anunciaron el equipo de gobierno y la empresa cuando firmaron el contrato. El objetivo inicial era alcanzar una producción anual del orden de las 50.000 palmeras in vitro en 2018 para, a medida que el proyecto se fuera consolidando, poder producir unas 100.000 palmeras anuales.

Por ahora, la empresa está realizando pruebas en la sala de cultivo para ajustar la temperatura necesaria para mantener el aire homogéneo que necesitarán los ejemplares que se van a producir a partir de las variedades de palmeras ya existentes. Algo que requiere un control exhaustivo, según precisaron desde la mercantil. Sin embargo, todavía están a la espera de recibir más material para poder arrancar y empezar a cumplir con el contrato que firmaron en junio de 2017.

El acuerdo que cerraron con el ejecutivo local en funciones es de doce años, a cambio de recibir el Ayuntamiento un canon de 183.000 euros anuales por el alquiler de las instalaciones y otros servicios. Eso sí, acordaron que los cuatro primeros años la firma iba a tener un aplazamiento de una parte del pago. Hasta ahora, el edificio público ha permanecido cerrado a cal y canto, pese a los continuos plazos que ha dado la mercantil para poner en marcha los laboratorios. Frente a ello, desde la empresa aseguraron haber invertido más de 400.000 euros en la maquinaria y en poner a punto un inmueble que se encontraron vacío. También alegaron a las dificultades para encontrar inversores que confíen en un proyecto como éste y para poder hacerlo despegar. Pese a la incertidumbre sobre el inicio de la producción, el edil de Palmeral en funciones, Antonio García, valoró positivamente el inicio del montaje de las instalaciones. «Parece que por fin empieza a arrancar el proyecto y que falta menos para materializarlo», apuntó el concejal responsable del área, quien dijo que, ya no se plantean rescindir el contrato, tal y como prometió en marzo que haría el ejecutivo local si se daban nuevos retrasos.

La apertura del Instituto Tecnológico de la Palmera iba a suponer, en definitiva, recuperar la investigación de las palmeras in vitro, tras el cierre de la Estación Phoenix, durante el mandato del PP, situada en el Hort del Gat. De hecho, cuando el ejecutivo local adjudicó el contrato a la mercantil lo anunció como todo un logro, al haber sido uno sus propósitos de gobierno. Sin embargo, esos dos años de retraso en poner en marcha el proyecto han desatado las críticas de plataformas locales y vecinales al considerar que se está incumpliendo el contrato.

Condiciones

Entre los servicios que debe prestar la empresa Gaia Lab Spain, destaca, por ejemplo, que las palmeras in vitro producidas de cualquier variedad sean ofrecidas a los cultivadores que deseen establecer explotaciones agrarias en el término municipal de Elche, con ventajas. El adjudicatario también tendrá que realizar un trabajo de identificación y estudio de las variedades locales de palmeras de interés agronómico que deberá poner en producción, en cantidad de una variedad por cada ciclo de tres años de concesión. De cada una de las variedades deberá entregar al Ayuntamiento 2.000 ejemplares listos para su puesta en cultivo.

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