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Ineca calcula un retroceso de tres años en la economía alicantina por el coronavirus

El instituto de estudios advierte de que el verdadero impacto no se conocerá hasta dentro de unos meses

Cada nuevo dato que se conoce deja claro que la virulencia de la crisis provocada por el covid-19 no tiene parangón, y que sus efectos se dejaron sentir con fuerza desde el primer momento. Así, el Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) calcula que, al cierre del primer trimestre, cuando apenas habían transcurrido dos semanas desde el decreto de alarma, la economía provincial ya había retrocedido a niveles del año 2017. Es decir, un salto atrás de tres años.

En concreto, el indicador de actividad que elabora este organismo en base a la evolución de más de un centenar de datos -desde el número de afiliados a la Seguridad Social hasta el consumo de carburantes, pasando por la exportación o las pernoctaciones turísticas- anotó una caída de 5,4 puntos entre los meses de enero y marzo, con lo que perdió todo lo ganado en los tres ejercicios anteriores.

No obstante, a pesar de la contundencia de la afirmación, desde el «think tank» alicantino advirtieron ayer de que aún tardaremos varios meses en conocer el verdadero impacto de la crisis, por lo que su presidente, Rafael Ballester, señaló que será necesario «trazar nuevas hojas de ruta para resolver esta situación y reescribir nuestro futuro».

Desaceleración

Desde Ineca recordaron que los últimos informes realizados el año pasado ya apuntaban a un descenso del ritmo de crecimiento de la economía provincial, que se truncó por completo en las últimas semanas de marzo. Entre los datos más negativos destacan la caída en la constitución de nuevas sociedades, que cerró marzo con un retroceso del 26,46%, o el retroceso en el número de ocupados, ya que únicamente las dos primeras semanas de confinamiento fueron suficientes para que el número de afiliados a la Seguridad Social cayera un 7,34%. Y eso sin tener en cuenta a las decenas de miles de personas que se vieron afectadas por ERTE y que, oficialmente, se contabilizan como ocupadas.

En cuanto a la evolución por sectores, las estimaciones de Ineca son especialmente negativas en el turismo, donde calculan una caída del 71,5% en la llegada de turistas nacionales y del 64,2% ya en el mes de marzo.

De igual modo, el impacto en el consumo también fue notable y, por ejemplo, el informe de Ineca refleja la caída del 76% en la matriculación de nuevos vehículos en marzo, como efecto de las medidas de confinamiento. En la misma línea, el director de Estudios de Ineca, Francisco Llopis, señala que el covid-19 truncó el prometedor arranque de año que habían registrado las exportaciones que, tras crecer un 5,8% y un 9,6% en enero y febrero, cerró marzo con un retroceso del 7,6%.

Igualmente, la venta de vivienda a extranjeros cayó un 6%, aunque la provincia se mantuvo líder absoluto en este segmento. Entre los aspectos positivos, destaca el aumento del volumen de depósitos bancarios, que crecieron cerca de un 4% en términos interanuales, lo que da a las familias y empresas cierto colchón para afrontar los imprevistos de la crisis.

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