Un poco de las recetas fiscales de siempre y de apuestas firmes para reforzar la innovación e impulsar la relocalización de la industria es la filosofía que la patronal CEV ha reflejado en su informe «Mejorar la competitividad para favorecer la recuperación. Propuestas de la CEV a partir del covid-19», presentado ayer por su presidente, Salvador Navarro.
Un documento de propuestas que pasan por un pacto «global y solidario», en el marco de la UE y en el territorio nacional, además de un «gran acuerdo valenciano». Un convenio que, además, es «urgente» porque la crisis del coronavirus ha dejado ya, en solo dos meses, un impacto en la economía de la Comunidad de 5.400 millones de euros, el 5,4% de su PIB, según subrayó el dirigente empresarial. Unas consecuencias económicas derivadas del parón de la actividad desde que se decretara el estado de alarma. Navarro consideró que es el momento del diálogo social, «de estar unidos (gobiernos y agentes sociales), con nuestras diferencias», y afrontar de cara el impacto económico de crisis para generar confianza y para que las empresas retomen con fuerza su actividad y mantengan el empleo.
Salud, pero también economía
El mandatario de la CEV sostuvo que, al mismo tiempo que se trabaja para frenar la pandemia, «ha llegado la hora de la economía» porque tenemos que convivir con el virus, mientras no se encuentre una vacuna, siempre, garantizando las medidas de seguridad. «Hay que compatibilizar salud y economía», dijo. En estos momentos, para que las empresas puedan coger músculo lo más prioritario es la liquidez. Navarro destacó las medidas del Gobierno central y las del Consell para paliar la situación, pero se quejó de los retrasos en los créditos ICO. Organismo al que, además, exigió urgencia en la reasignación de los sobrantes de los tramos 2 y 3 de las líneas de préstamos. «Si las empresas tienen que esperar al 30 de junio (fecha estimada por Economía), será tarde para muchas micropymes y autónomos», advirtió. Además, reclamó el cuarto tramo de créditos.
Con los datos aportados por la CEV, las empresas de la Comunidad han solicitado ya al ICO 30.049 operaciones, avales por 3.000 millones de euros y 3.929 millones en financiación. Al hilo de ello, Navarro reiteró que el ICO así como las administraciones deben reducir las cargas administrativas para contar con una Administración y una legislación «simplificada, moderna y estable». Pero no sólo exigió agilidad en las normativas, sino también la reducción en la carga fiscal, que considera claves para mejorar la competitividad en la actual situación derivada de la crisis del covid-19. Un contexto en el que también pidió el compromiso de las administraciones a pagar en tiempo a sus proveedores.
En el ámbito laboral, la CEV plantea, entre otras propuestas de su informe, crear una figura contractual temporal de media jornada para garantizar el mantenimiento de empleo, en la que una parte del salario lo asuma la empresa y otra el Estado, a través del Fogasa. También propone poder transformar contratos indefinidos en fijos discontinuos durante al menos un año. Igualmente, expone ampliar las horas extras anuales, exonerar a las empresas y autónomos temporalmente del pago de las cuotas a la Seguridad Social y reducir su cuantía, además de suspender el pago de las cotizaciones que realizan ambos colectivos, flexibilizar los ERTE con prórrogas mínimas de seis meses y eliminar el compromiso de mantenimiento del empleo durante medio año.
En materia fiscal, propone permitir los plazos «aplazados» del Impuesto de Sociedades y la posibilidad de monetizar los créditos fiscales, incluso los generados antes de la crisis. Y en el IVA, plantea aplicar el tipo reducido para los servicios de atención a personas dependientes y para productos ortopédicos y sanitarios.
En el caso del comercio, la CEV prevé una pérdida de ventas para algunos subsectores de entre el 25% y el 50% este año, por lo que pide una mejora de la liquidez y una mayor flexibilidad laboral
Relocalización industrial
Dos de los siete ejes en los que se basa el informe de la CEV se centran en la industria y en la innovación. Navarro apostó por impulsar más el sector industrial, que crea empleo más estable, y aprovechar las sinergias producidas durante esta crisis sanitaria, en la que empresas del textil, el plástico o el calzado, entre otras, han reorientado su producción. Una reconversión temporal que da pie a reflexionar en la posibilidad de afianzar «el clúster sanitario» y de «relocalizar la industria para no depender de mercados lejanos», como ha pasado con China, en esta emergencia sanitaria. Y si a los ciudadanos de la Comunidad y de Alicante les parecía que se había avanzado en proyectos tecnológicos y de innovación, Navarro expuso una realidad en la que la autonomía «tiene un problema. No estamos en el pelotón de líderes de la innovación, sino que estamos liderando el segundo escalafón».
En la rueda de prensa, también hubo espacio para la crítica a decisiones «unilaterales» del Gobierno, como la obligada cuarentena de 15 días para las personas que lleguen a España desde otros países o la prohibición de las rebajas. En contraposición, Salvador Navarro abogó por los pactos, en los que seremos «proactivos», para que se incentive el consumo «con diligencia», ya que así «seremos capaces de generar confianza y empleo», subrayó.
