La siniestralidad laboral en la provincia ha experimentado un incremento del 4,7% en lo que va de año. El último accidente de trabajo se produjo el pasado viernes por la tarde cuando un operario perdió la vida cuando trabajaba en un edificio en construcción en Alicante construcción Alicante al caer desde el noveno piso por causas que se están investigando. La evolución al alza de los siniestros laborales vuelve a estar en el punto de mira de los sindicatos, que muestran su preocupación, ya que este aumento se produce «en un periodo de repunte de la actividad, y se registra en todos los sectores», destaca Javier Pérez, responsable de Salud Laboral de CC OO en l'Alacantí-Les Marines.
Además, las organizaciones sindicales alertan de que en la actual fase de reactivación económica, los nuevos empleos que se están creando están marcados por la «precariedad y la temporalidad laboral», además de por la «excesiva rotación en los puestos de trabajo», una circunstancia que -advierten,-puede estar mermando la formación en prevención de riesgos laborales, por lo que reclaman que las empresas amplíen, en este sentido, la información a los trabajadores, explicaba Adolfo Durá, secretario territorial de Industria, Construcción y Agro de UGT en l'Alacantí-La Marina.
Entre enero y agosto -último periodo computado por el Ministerio de Empleo sobre siniestralidad laboral-se produjeron un total de 9.948 accidentes laborales en la provincia, de los que la inmensa mayoría (9.859) fue de carácter leve. No obstante, en 77 casos el trabajador resultó herido grave y en 12 falleció. El total de los carácter mortal suponen uno más que en el mismo periodo de 2016.
Tras el fallecimiento de un operario en una obra de la Playa de San Juan de Alicante el pasado viernes, los sindicatos advierten sobre el repunte de los accidentes en el sector de la construcción. Una actividad que en los ocho primeros meses del año registró un total de 1.253 siniestros laborales, entre leves, graves y mortales. Y aunque hay otros sectores del sector servicios -como el comercio o la hostelería- en los que se han cuantificado más accidentes, el inmobiliario es el que experimenta un mayor crecimiento, con un 19,4%, frente al 10,3% que registra la industria manufacturera o el 5,9% del comercio.
Caídas en altura
Las organizaciones sindicales inciden en que en la actualidad, «los trabajadores cambian mucho de trabajo por la corta duración de los contratos que encuentran e, incluso, dentro de la misma empresa se rota mucho en el puesto laboral, unos factores que hacen que no cuenten con el suficiente tiempo para asumir toda la información sobre prevención de riesgos laborales y que deberían conocer», insiste Javier Pérez. El representante sindical, además, lamentaba «lo poco que se ha avanzado, ya que tradicionalmente, la mayoría de accidentes, en el caso de la construcción, se producen por caídas en altura». Por su parte, Alfonso Durá incide en que en la construcción, aunque los operarios tienen que entrar a trabajar «con un curso básico de ocho horas de formación en prevención laboral o de 20 horas sobre los riesgos de cada sección, es necesario que se actualice la información a los empleados sobre estos mismos riesgos en cada uno de los puestos a desarrollar, ya sea del área de estructura o de albañilería», añade Durá, quien reclama, igualmente, una mayor dotación de recursos materiales y de personal para la Inspección de Trabajo «para que puedan realizar una mejor vigilancia de la siniestralidad en las empresas».
Por otra parte, además de los accidentes en jornada de trabajo, la estadística del Ministerio también refleja un aumento de los que se producen «in itinere», es decir los accidentes que se registran en el desplazamiento del empleado de su casa al centro de trabajo. Estos siniestros aumentaron de enero a agosto un 6,2% en relación al mismo periodo de 2016. Del total de 1.596 accidentes, 26 fueron graves y cuatro de carácter mortal, dos mas que un año antes.
En este sentido, los representantes de los trabajadores vienen reivindicando que se aumenten las líneas de autobuses hasta los polígonos industriales.Consideran que puede ser una medida que contribuya a reducir la siniestralidad, además de que supondría un modelo de movilidad sostenible «que tanta falta hace», añade Javier Pérez.
