Los negocios que los empresarios de Benidorm Juan Ferri y José Baldó montaron en el Caribe mexicano con financiación de Bancaja y de su filial el Banco de Valencia llevaron el pasado julio a la detención, además de los hoteleros, de las cúpulas directivas de ambas entidades cuando se concedieron los préstamos. Junto a Ferri y Baldó fueron conducidos ante el magistrado de la Audiencia Nacional Juan Pablo González el exjefe del Consell y ex presidente de la caja y del banco, José Luis Olivas, y los exdirectivos Aurelio Izquierdo, Domingo Parra y José Cortina, entre otros.
Mientras Olivas y Parra fueron puestos esa misma noche en libertad con cargos y la obligación de presentarse periódicamente en el juzgado, el juez decretó prisión eludible con el pago de medio millón para Izquierdo y Cortina y cárcel sin fianza para los empresarios, los que peor parados salieron.
Los investigadores sostienen que, al margen del desvío del dinero a paraísos fiscales mediante una elaborada ingeniería financiera y la interposición de sociedades instrumentales, las operaciones crediticias ocasionaron a Bancaja y a su filial un quebranto de más de 250 millones de dólares.
A finales del pasado octubre, después de varias peticiones por parte de su abogado, el juez permitió que Ferri y Baldó abandonaran la cárcel previo pago de seis millones de euros cada uno, una fianza que apenas tardaron 48 horas en reunir. Esta pieza continúa en fase de instrucción.