La violencia vuelve a aflorar en el fútbol base provincial. Esta vez se ha cebado con un árbitro ilicitano de 31 años, I. S. B., que el pasado sábado sufrió una brutal agresión al término del partido de cadetes entre el Aspe A y el Eldense A, correspondiente a la 19ª jornada de la Segunda Provincial. El colegiado, con 11 años de experiencia en diferentes categorías de Regional y fútbol formativo, ha presentado denuncia contra el padre de un jugador del Eldense por propinarle dos puñetazos en el rostro, que le causaron mareos, inflamación «severa» en el pómulo y contusiones en la mano y la cadera a causa de la caída, según refleja el parte médico del Imed de Torrellano en el que fue atendido tras la agresión.
Los hechos ocurrieron en el campo municipal Las Fuentes de Aspe al término del partido, que finalizó con empate a cero. «Camino de los vestuarios», relata el colegiado en su acta, «un aficionado del club visitante, al que pude identificar ya que el dorsal número 11 dijo que era su padre me propinó dos puñetazos en la cara. Siendo retenido por los delegados de ambos equipos, pude alcanzar el vestuario sin mayores problemas».
El árbitro explica que el partido concluyó sin ningún incidente de gravedad, más allá de una «pequeña tangana entre jugadores» y de la anulación de un gol al equipo visitante en la prolongación por un «clamoroso fuera de juego que vio hasta el espectador más alejado de la jugada».
«Cuando iba a subir las escaleras que dan acceso a los vestuarios», prosigue el agredido, «una persona, a la que ni le vi la cara, bajó y me pegó un puñetazo en la cara; me trastabillé y caí hacia atrás. Me levanté como pude con la ayuda del delegado, que intentaba alejar de mí al agresor, y mientras me abría la puerta de mi caseta llegó de nuevo este individuo y me propinó otro puñetazo en el rostro, esta vez con algo menos de fuerza».
Una vez en el vestuario, los agentes de la Guardia Civil identificaron al autor de los puñetazos y el árbitro pudo abandonar las instalaciones deportivas sin ningún otro problema.
Eso sí, las contusiones, heridas y mareos provocados por los golpes le obligaron a pasar por el IMED de Torrellano a las 22,42 de la noche del sábado. El parte médico refleja que el árbitro presentaba «inflamación severa de malar» (en la zona del pómulo izquierdo) con dolor múltiple por caída con contusiones en cadera y mano».
El agresor precisó que sufre heridas en la mano y un golpe en la cadera a consecuencia de la caída en las escaleras tras el primer puñetazo. Sin embargo, las contusiones no le impidieron incorporarse ayer a su trabajo.
El colegiado ilicitano añadió que es la primera vez en su carrera deportiva que sufre una agresión física, aunque sí que está acostumbrado a los insultos, también en las categorías del fútbol formativo. «Es injustificable de todo punto que se produzcan estos hechos en partidos de chavales de 15 y 16 años, que están educándose a través del fútbol y yo también intento colaborar en esa educación en la medida de lo posible, pero siempre hay impresentables de este tipo».
De hecho, en el capítulo de los insultos, el árbitro refleja otra incidencia protagonizada por uno de los delegados del Eldense, que al término del partido se dirigió a él en los siguientes términos: «No tienes ni puta idea; eres un caradura y un sinvergüenza. Pon el acta lo que te salga de la polla, me la suda todo».
El colegiado puntualiza que «esta persona no se sentó en el banquillo, ya que el equipo visitante contaba ya con un delegado. Pude identificarlo porque su ficha se encontraba entre las del equipo visitante».
A pesar de los incidentes y la brutal agresión, el árbitro ilicitano asegura que no se le quitan las ganas de seguir dirigiendo partidos el próximo fin de semana. «Ni mucho menos», indica. «No me ha pasado en 11 años y no me voy a desmotivar ahora por culpa de un individuo que no merece ni ser nombrado. No me va a quitar las ganas, ni tampoco el sueño».
Mientras se tramita la denuncia por la vía judicial ordinaria, el Comité de Valores de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana (FFCV) analizará en su próxima reunión la agresión al árbitro del Aspe-Eldense «para adoptar las sanciones y medidas necesarias tendentes a erradicar estos comportamientos de nuestro fútbol base y formativo», explicaron fuentes federativas.
