Miguel Ángel Villafaina (Valencia, 1983) ha devuelto la alegría a Orihuela. El joven técnico -todavía no ha cumplido 36 años- llegó en 2017 del Atlético Levante y ahora lleva dos temporadas soberbias al frente del conjunto escorpión. En la pasada el equipo se quedó a un solo paso de lograr el ascenso a Segunda División B, pero este año el Orihuela roza la categoría de bronce a ritmo d récord. Ya como campeones de Liga a falta de varias jornadas para el final de curso, solo queda la guinda del esperado retorno. Además de llevar una ventaja al segundo clasificado de diez puntos, de ser el equipo máximo goleador y el menos goleado, el Orihuela, de la mano de Villafaina, todavía puede batir el récord de partidos seguidos sin perder en la historia del fútbol oriolano en las dos jornadas de liga que todavía quedan antes de los «play-off».
La temporada comenzó con algunos resultados negativos y ciertas dudas ¿cuál fue la clave para llegar al nivel actual?
Dar continuidad a una idea y sobreponernos a las dificultades a base de fe y de creer en lo que hacíamos.
¿Ha alcanzado ya el equipo el máximo nivel que puede ofrecer?
Todo equipo es mejorable. Aunque los resultados que estamos teniendo dicen que estamos en nuestro mejor nivel, lo cierto es que estamos en pleno periodo de evolución y se puede evolucionar más. Trataremos de que llegue en la promoción de ascenso.
El hecho de que hayan tenido que transcurrir 13 años para que el Orihuela vuelva a ser campeón de Liga muestra que no es una tarea fácil€
Es una competición tan igualada que los pequeños detalles pueden decidir. Es por eso que ha sido muy importante para alcanzar el título que el equipo haya sabido mantener el nivel de humildad y haya dado el 100% en todo momento. Solo así se alcanzan los éxitos.
¿Qué va a pasar en estas dos jornadas de Liga que quedan antes de la promoción, en la que el equipo no se juega nada?
Trataremos de gestionar bien los esfuerzos y de dar continuidad a lo que hemos hecho hasta ahora. Queremos seguir manteniendo la exigencia día a día y plantear nuevos retos, además de intentar que el equipo llegue en el mejor momento físico a la eliminatoria de «play-off» de ascenso a Segunda B.
Este año, de su mano, está siendo el Orihuela de los récords por los números que lleva, y aún puede alcanzar alguno más€
Esos retos son los que nos mantienen vivos en estos dos partidos que quedan de Liga en los que no tendremos la presión de los resultados, algo que nos hará estar más cómodos.
Como entrenador usted ha conseguido muchos subcampeonatos y ascensos, pero es la primera vez que se proclama campeón de Liga, ¿qué sintió?
Es una satisfacción tremenda. En el Orihuela estoy notando mucha diferencia con respecto a cuando entrenaba al Atlético Levante, con el que conseguí el ascenso a Segunda B, porque la repercusión de un filial no es la misma. Lo que sentí el domingo al ser campeón fue la antesala de lo que espero seamos capaces de conseguir en la promoción. Sentí mucha felicidad.
Hablando de promoción, ¿hay algún posible rival que le asuste más que otro de cara al ascenso?
Los 18 campeones tienen sus virtudes y defectos. Si están ahí es porque han hecho las cosas bien. Luego están los distintos condicionantes que se puedan dar en un partido como el campo donde se juegue o la afición.
Teniendo en cuenta que será una final a doble partido para alcanzar el objetivo final del ascenso ¿cambiará en algo el estilo de juego del equipo?
Tendremos en cuenta que el partido hay que gestionarlo en 180 minutos y no en 90 como es habitual. Teniendo en cuenta eso, los rasgos de identidad no los vamos a cambiar y a idea de equipo serán los mismos.
¿Qué mensaje lanza a la afición oriolana?
Que se mantenga igual de conectada que el domingo pasado en Los Arcos. Es de las pocas veces que se vivieron momentos mágicos y se pudo ver como los aficionados disfrutaban en el tramo final del partido.
