«El banco de la fachada del museo era uno de los pocos lugares para sentarte y descansar al pasear por aquí. Ahora está muy bonito, eso sí, pero si quitan esa bancada, que estaba en la ventana del edificio, que pongan en la calle un banco y... ya está». Juan Manuel Alarcón Vicente, de 65 años y de Crevillent, se muestra así de molesto al haber perdido ese espacio en la ciudad que, junto a su familia, visita como mínimo cada quince días.
A su lado, sus dos hermanos, José y Joaquín, de 72 y 70 años, respectivamente, comparten su opinión y la matizan: «Si tuviéramos un lugar para sentarnos, como antes de esta obra, no estaríamos aquí de plantón esperando a nuestras mujeres; nos encanta venir a Benidorm, caminar por la ciudad y por esta zona que está muy concurrida, pero este cambio no nos ha gustado nada, la verdad», comenta José Alarcón.
El Museo Boca del Calvari está ubicado en pleno centro de Benidorm, en concreto, en la confluencia del Paseo de la Carretera con Tomás Ortuño, un zona peatonal muy, muy transitada por vecinos y turistas todos los días del año. Un área de la ciudad que, además, está repleta de bares, restaurantes, tiendas, entre otros.
Una de las propietarias de uno de los comercios situado frente al museo, sí que valora positivamente la eliminación del banco de la fachada del edificio. «El problema era el mal uso del banco por parte de la gente; eso era un estercolero, con basura y más basura acumulada y todo... por la falta de civismo de la gente. Es verdad que a las personas mayores les gustaba sentarse ahí a descansar y era una referencia para ellos, pero ahora el edificio ha mejorado estéticamente y se ha resuelto el problema de la basura», explica Conchi Calvo.
Iluminación led
El cambio en la fisonomía del museo, que es municipal, ha cambiado porque el Ayuntamiento ha instalado una nueva estructura retroiluminada con led; se trata de un armazón metálico galvanizado con grandes letras de luz, que se ha rematado con césped artificial.
El objetivo de esta actuación en la fachada del museo, según explica el Consistorio en un comunicado de prensa, es «mejorar el aspecto del espacio público y, a la vez, facilitar el transito peatonal en una de las vías más concurridas del centro y uno de los edificios más singulares de utilidad pública de la ciudad». La intervención ha supuesto una inversión de 8.548 euros, a cargo de la partida presupuestaria de la Concejalía de Patrimonio Histórico.
Además de la nueva iluminación, en el Museo Boca del Calvari se han instalado puertas automáticas como parte del proyecto de mejora de la accesibilidad y la sostenibilidad de edificios municipales. Este edificio es uno de los más singulares del centro de la ciudad, y ocupa el espacio que anteriormente ocupaba el antiguo ayuntamiento.
