En 1325, Benidorm obtiene su carta pobla y Bernat de Sarrià la misión de fundar un castillo y la ciudad. La fortaleza se alzaría en uno de los enclaves más altos y donde para adecuar el terreno hubo que luchar contra los desniveles de la roca. Esa fortaleza pasaría más tarde a los Mendoza y después a los Fajardo y en 1817 fue bombardeado por los ingleses cuando los franceses estaban en sus dependencias. En el siglo XX, su nueva fisionomía lo convirtió en uno de los atractivos turísticos más conocidos.
Ahora, siglos después de aquella fundación, las huellas del primer Castell se están sacando a la luz para conocer exactamente cuál era la extensión del mismo y los detalles de parte de la historia de la capital turística.
Los trabajos de excavación comenzaron con el desbroce de la parte exterior del mirador para intentar encontrar los restos de la planta original del castillo, según explicó la arqueóloga Lourdes López, del equipo de Lure Arqueología. Con esta actuación se han localizado los trozos de muralla que permiten ver cómo era el original «que excede por todos lados de la plataforma actual que se veía», además de localizar una pequeña torre.
Varias estancias y un aljibe
Las primeras hipótesis dejan ver que el Castell era «nobiliario», donde vivía el señor, y detrás estaba el resto de la población. «Las estructuras afloraron a pocos centímetros tras retirar el pavimento», indicó la arqueóloga. Así se ha encontrado un espacio diáfano que «podría ser una plaza» junto donde estaba el pozo bajo del cual se ha localizado un gran aljibe «bien conservado» y que incluso cuenta aún con inscripciones de nombres de varias épocas.
Alrededor de esa plaza, se han descubierto muros que corresponderían a habitaciones e, incluso, restos de ceniza que serían de una estancia como la cocina. De hecho, existen restos cerámicos que han aparecido de menaje, datados principalmente en los siglos XV y XVI que demostrarían esa vida doméstica así como conchas de caracol o huesos de animales y raspas que corresponderían al tipo de dieta que llevaban; también, restos de figuras de terracota y munición del siglo XIX, así como diversas monedas de distintas épocas localizadas en el interior del aljibe.
Con todo, el proyecto de excavación y conservación del castillo de Benidorm también contará con una parte de consolidación de las rocas de Punta Canfali. Así, la empresa responsable realizará una actuación en la parte más cerca del mar donde las rocas se han erosionado para consolidar el macizo y que no siga ese camino.
Tras los primeros hallazgos, los arqueólogos siguen trabajando en sacar de la tierra los restos de aquel primer castillo de Benidorm. Según lo que se encuentre, se planteará la solución última a la plaza para su musealización y puesta en valor. Todo para que los turistas conozcan la historia de los primeros habitantes de la capital turística.
