En alerta roja. La decisión del Gobierno del Reino Unido de poner en confinamiento a todos los viajeros procedentes de España amenaza con hundir definitivamente la campaña turística de este verano en la provincia, ya de por sí muy difícil. Ante tal tesitura, ayer se produjeron varias gestiones para evitar el desastre. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, pidió al embajador británico, Hugh Elliot, que exceptúe a la Comunidad Valenciana y, en especial a la Costa Blanca, de esa cuarentena. El principal argumento de Puig, que esa decisión «no está justificada porque en la Comunidad se producen menos contagios que en Gran Bretaña: por eso no se entiende esa doble recomendación que ha hecho el Gobierno británico a sus ciudadanos de que no vengan a España y de que quienes regresen se pongan en cuarentena». Puig admitió el trastorno de la decisión de Londres «cuando ya había muchos contratos hechos con turistas británicos» y cuando ayer mismo llegaron 40 vuelos de Gran Bretaña al aeropuerto de Alicante-Elche
El jefe del Consell matizó en declaraciones efectuadas anoche que el embajador británico se había mostrado «receptivo», pero reconoció que recibe órdenes del Ejecutivo de Boris Johnson. Y por eso, Puig pidió que se produzca un «diálogo bilateral entre los Gobiernos de España y de Reino Unido». Y, ojo, porque en este sentido, y aunque de forma sutil, el presidente de la Generalitat mostró cierto malestar por el hecho de que hasta ahora el Ejecutivo de Pedro Sánchez haya defendido que Canarias y Baleares, también con muy pocos casos de covid, sean los territorios que salgan de la cuarentena sin haber incluido de momento a la Comunidad Valenciana en ese debate. «Queremos para la Comunidad un tratamiento similar porque nosotros también estamos en las mismas condiciones sanitarias que esas otras autonomías». El titular del Consell aseguró que ya había contactado con el Gobierno de Madrid y que hoy lunes hablará personalmente con Sánchez.
Frente a las afirmaciones del sector de que ya puede darse por perdida esta campaña turística, Puig, quien aseguró que también está en contacto con Hosbec, señaló que este verano había ciertas expectativas de recuperación «que ahora han sufrido un duro golpe», pero no quiso aún admitir que la campaña esté totalmente defenestrada. No al menos hasta ver cómo acaban esas gestiones ante Londres. Además anunció a partir de este otoño ayudas para el sector, incluidos bonos para incentivar el turismo sobre todo entre visitantes procedentes de la propia Comunidad. Por fin, el jefe del Consell aseguró que las playas y el turismo de la Comunidad «son seguros».
También el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, se dirigió a su homólogo en el Gobierno central, el secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, para que se intensifiquen esas gestiones: «Ahora hay que acelerar al máximo el trabajo diplomático de persuasión y de argumentarios para implementar que estamos haciendo un gran trabajo y esfuerzo, que nuestras medidas de seguridad no tienen nada que envidiar a otros destinos competidores y que son una garantía». Como ejemplo de estas medidas, explicó «la estrategia de hoteles refugio» para que, en caso de confirmarse el positivo de algún turista, pueda recluirse allí. «Nosotros no tenemos una crisis de producto o de modelo, es una crisis sanitaria que genera miedo. Es una pésima noticia que hayan regresado a esa exigencia», matizó sobre el confinamiento.
Pero las gestiones de ese frenético domingo no se redujeron solo al ámbito político. También se dieron en el empresarial: Hosbec ya tiene previsto aumentar la presión en Madrid junto a la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) porque si Londres mantiene su postura podría producirse incluso cierre de hoteles en Benidorm y la Costa Blanca. El presidente de Hosbec, Toni Mayor, tildó de «mazazo» la medida del gabinete de Boris Johnson y precisamente adelantó que «debido a esta decisión que no esperábamos nadie, algunos establecimientos y hoteles que tenían previsto abrir la próxima semana no podrán hacerlo». Para Mayor, «es la guinda de la pandemia: hemos empeorado mucho en contagios en España hasta el punto de convertirnos en los campeones de los rebrotes de toda Europa». «No tenemos sustituto para el mercado británico», advirtió también, porque «son 18 millones de turistas al año en España y estamos en una incertidumbre y vorágine de contagios importantísima que va a traer muchos problemas al sector. Es una situación muy complicado», sentenció.
En la misma línea sobre la importancia del turismo británico en Benidorm, el alcalde de esta ciudad, Toni Pérez, calificó la orden de la cuarentena como «un mazazo y un golpe más». Y explicó que «en Benidorm empezábamos a ver ciertos resultados, solo nos faltaba la llegada de los británicos, para lo que estábamos muy preparados. Es un turismo que supone un plus y la capacidad de generar desarrollo para mejor economía social». Pérez expuso que «parecíamos levantar el ánimo con la reapertura de aquellos negocios que debían atender a este turismo británico, que supone el 40% del turismo anual de Benidorm». Tal posibilidad ahora se difumina, a pesar de todo el esfuerzo realizado: «Aquí hemos trabajado muy duro para que todos los turistas encontraran un destino seguro. Nuestra playa ya ha superado los 33.000 usuarios en un día con distancia de seguridad, control de aforos y acceso. Ahora tenemos un turismo nacional pero necesitamos el internacional a partir de septiembre», insistió Pérez quien también lanzó un mensaje crítico: «La marca España no está siendo capaz de trasladar al resto de mercados emisores turísticos que la pandemia puede tener unos números en una zona determinada del país y no afectar a otros destinos que sí son seguros, como es el caso de Benidorm».
Por su parte, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, puso de manifiesto que la Costa Blanca ha sufrido un «revés sin paliativos» que obliga a «reaccionar de forma rápida». «Éramos conscientes de que esta temporada sería absolutamente atípica, pero confiábamos en que, tras la reapertura del tráfico aéreo internacional, especialmente a partir de agosto, la llegada de turistas a la provincia podría haber ido estabilizándose».
Mazón avanzó que convocará de forma urgente a representantes empresariales del sector turístico para poner en marcha nuevas medidas paliativas y campañas de promoción en cuanto se restituya la movilidad, porque «solo nos queda seguir instando a que se lleguen a nuevas soluciones bilaterales entre ambos países. Somos conscientes de que la emergencia sanitaria es la que manda, pero un destino como el nuestro necesita que apoyemos el turismo».
Muy crítica se mostró por su parte Victoria Puche, presidenta de la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (APHA), quien de manera contundente afirmó que «estamos teniendo números buenos de turismo nacional, pero contábamos con que conforme se fuera normalizando la situación las reservas internacionales también fueran dando confianza a la gente». Puche advirtió de que «necesitamos que el Gobierno diga qué está pasando sobre los rebrotes, no puede dejar caer un sector con 175.000 empleos. Esto puede ser una debacle».
Hosbec pide que el Aeropuerto sea un corredor seguro con Reino Unido
Hosbec pide que el Aeropuerto sea un corredor seguro con Reino UnidoLa patronal hotelera Hosbec insiste en que los aeropuertos de la Comunidad Valenciana, especialmente el de Alicante-Elche, se unan a la red de corredores seguros. La entidad ha declarado que el turismo británico es «fundamental» para la recuperación de la actividad, destacando que «es un turista que supone un 40% del total del mercado y con unos niveles de fidelidad incuestionable».
Recuerdan que los ritmos de reservas en las últimas semanas mostraban un nivel esperanzador para poder tener unos meses de agosto, septiembre y octubre «interesantes en cuanto a recuperación de la actividad».
La patronal opina que la Comunidad Valenciana «debe sumarse al trabajo que se está desarrollando con Baleares y Canarias para la creación de conexiones turísticas seguros». El área de Benidorm-Costa Blanca «está lejos de tener una situación sanitaria preocupante y no se asemeja en nada a lo que está ocurriendo en otras comunidades».
Por todo ello, Hosbec pide que se forme parte de esa red y apunta que el aeropuerto de Alicante-Elche ha informado que la ocupación media de los últimos vuelos procedentes de Reino Unido era superior al 90%.
