La recóndita ubicación de las zonas de baño en ríos y pozas de la provincia de Alicante y la escasez de medios de la mayoría de los municipios en donde se encuentran va a complicar que se pueda controlar este verano el acceso a ellas y que los visitantes guarden las medidas de seguridad a las que obliga la crisis sanitaria del covid-19. El Ministerio de Sanidad no prohíbe las inmersiones en aguas interiores a partir de la fase 2 de la desescalada, por lo que a partir de hoy sería posible realizarlas en teoría; sin embargo, las desaconseja de manera expresa en aquellos lugares con poca profundidad o corriente, por el riesgo de posibles contagios de coronavirus a través del agua. Y esas características son comunes a casi la totalidad de los posibles lugares de baño de agua dulce que hay en la provincia.
El Racó de Sant Bonaventura, en Alcoy, y el Barranc de l'Encantada, en Planes, son ejemplos muy significativos de ello. Ambos espacios están considerados no aptos para el baño por sus características físicas, al no estar acondicionados y haber riesgos de caídas o de desprendimientos de rocas. Sin embargo, son muy frecuentados por bañistas, y este año es previsiblemente que también lo sean, más aún teniendo en cuenta las ansias por salir que el confinamiento puede haber generado en muchas personas, y que ya antes de la crisis sanitaria presentaban una imagen espectacular y en estos meses las lluvias han sido abundantes.
El edil de Transición Ecológica de Alcoy, Jordi Silvestre, admite que por la distancia del Racó de Sant Bonaventura al casco urbano «poco podemos hacer, más que informar de qué se puede hacer y qué no y de hacer visitas puntuales». La Policía Local acude de vez en cuando, pero «no puede estar allí 24 horas». Por ello, incide en que «tenemos que apelar a la responsabilidad e intentar concienciar». En este sentido, lamenta acciones como la de quitar las cintas que impedían el acceso a áreas recreativas de este y otros parajes.
También el alcalde de Planes, Javier Sendra, reconoce que la situación puede suponer un problema, por lo que apela también a «la conciencia» de la población. Estas últimas semanas «ha habido que avisar a la Guardia Civil», porque acudió un grupo que «rompió la cinta que impedía el paso». Y el camino de acceso, añade, no se puede cortar porque «es el que se utiliza también para llegar a las fincas de la zona». Por ello, insta a la Confederación Hidrográfica del Júcar que a implicarse en la vigilancia.
Una alternativa sería ir a lugares acondicionados para el baño, como las Fonts de l'Algar de Callosa d'en Sarrià, donde además el acceso está controlado. Pero están cerradas y no hay aún una fecha de reapertura prevista. El alcalde de la localidad, Andrés Molina, explica que se deben realizar trabajos para adecuarlo a las condiciones de seguridad exigidas. No obstante, tal y como explican los gestores del paraje en redes sociales, se espera poder recibir visitantes otra vez a la mayor brevedad posible.
Lugares donde se ignora la prohibición de entrar en el agua
Lugares donde se ignora la prohibición de entrar en el aguaAunque se desaconseje, en parajes como el Racó de Sant Bonaventura o el Barranc de l'Encantada no está prohibido el baño, como sí ocurre por ejemplo en la Font de la Coveta, en el nacimiento del Vinalopó, en pleno parque natural de la Sierra de Mariola. Sin embargo, hay quien ignora esta prohibición y se baña en el lugar. Cabe esperar que, dada la situación actual, se intensifique la vigilancia para evitar estas conductas.
