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CORONAVIRUS

Inescop y empresas alertan del mal uso del ozono para la desinfección

Sanidad advierte de que su empleo puede provocar lesiones sobre el aparato respiratorio, irritación en la piel y daño ocular

Inescop y empresas alertan del mal uso del ozono para la desinfección

Las máquinas de ozono para desinfectar locales, vehículos y productos ante la amenaza del coronavirus pueden ocasionar, en caso de no utilizarse correctamente, graves daños en la salud y degradar materiales diversos. El ozono es un potente desinfectante gaseoso que destruye, de una manera rápida y eficaz, virus, bacterias, hongos, moho y también permite eliminar insectos y parásitos, haciendo desaparecer los malos olores y evitando que los microorganismos se desarrollen.

Pero desde el centro tecnológico del calzado ubicado en Elda (Inescop) se insiste en que el ozono sólo debe ser usado por profesionales, además de advertir del peligro que puede tener para la salud a determinadas concentraciones, así como el oxidante efecto que tiene sobre los materiales de los productos expuestos como en el caso del calzado.

Ante la creencia de que los generadores de ozono son clave en la desinfección, expertos del sector y diversas empresas de sanidad ambiental también han alertado de que puede poner en riesgo la nueva fase de desescalada contra el coronavirus por una «falsa sensación de seguridad». A este respecto el Ministerio de Sanidad ha publicado una nota en la que informa de que su empleo puede provocar lesiones sobre el aparato respiratorio, irritación de la piel y daño ocular.

Tampoco hay evidencias de que el ozono elimine el covid-19 en el calzado y así lo explica Elena Orgilés, subdirectora de Materiales y Tecnología de Inescop: «su eficacia a distintas concentraciones se está investigando y todavía no está demostrado su efecto frente al coronavirus». Además, añade Orgilés, «habría que tener en cuenta otro aspecto fundamental, el de la resistencia de los materiales, pues no todos responden igual tras una exposición de ozono. Por ejemplo, en los materiales de piso y corte que componen el calzado».

En este sentido, en estudios previos llevados a cabo en los laboratorios del centro tecnológico para analizar el efecto de múltiples exposiciones a tratamiento con ozono sobre los zapatos -pieles, textiles, piezas metálicas, plantilla y suela- «evidenciamos que puede producir cambios de color o brillo en los materiales, incluso microgrietas tras ciclos de higienización repetitivos. Por lo tanto -continúa Orgilés- debemos prestar especial atención al uso del ozono como desinfectante contra el coronavirus por el daño que puede producir al calzado».

Hoteles y hospitales

También el gerente de la firma Hidronature en Elda es contrario a la venta de equipos de ozono a través de internet sin ningún tipo de control, garantía, certificaciones válidas ni formación previa. «El ozono se utiliza para desinfectar habitaciones de hotel y quirófanos desde hace décadas y la Organización Mundial de la Salud ya dijo, al comienzo de la pandemia del coronavirus, que era el desinfectante más eficiente del mundo. Pero es un viricida y en grandes concentraciones puede resultar peligroso para la salud de las personas y los animales si no se emplea adecuadamente», puntualiza Martínez reafirmándose en la conveniencia de que un producto de estas características solo pueda ser vendido por profesionales. Dicen los expertos del sector que el mayor riesgo está llegando por internet porque se ofrecen cañones «pirata» de ozono por 55 euros más IVA cuando en cualquier marca fiable con certificado el precio alcanza los 1.600 euros. De ahí que pidan limitar estas ventas para que se realicen de forma segura y responsable.

Hidronature ha donado dos cañones de ozono a la Policía Local de Elda y Petrer para desinfectar los coche patrulla. Pero en ambos casos desde la empresa se ha formado a los agentes en el uso de un aparato cuyas ventas se han multiplicado de forma exponencial en apenas tres meses.

Comercios

Los técnicos de Inescop alertan, asimismo, del riesgo que supone para los clientes y empleados de establecimientos comerciales y oficinas el uso descontrolado del ozono. Para ello, explica la subdirectora de Materiales y Tecnología, «es fundamental que se use a concentraciones adecuadas, por personal con equipos de protección individual y que se ponga en funcionamiento sin presencia de personas». De hecho, las empresas especializadas en generadores de ozono desaconsejan su uso en salas con escasa ventilación. Cuando se inicia el proceso el lugar debe estar herméticamente cerrado y nadie debe acceder hasta media hora después de finalizar la desinfección, y una vez que la zona haya sido debidamente ventilada. En cualquier caso el gerente de Hidronature prefiere no emplear el ozono en oficinas y establecimientos públicos. «Hay otras opciones mucho más adecuadas que ya están empezando a comercializarse», precisa Juan José Martínez. Para lo que sí funciona muy bien es para el tratamiento de la ropa. De hecho, está dando muy buenos resultados con los trajes de novia.

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