La falta de «rastreadores» del coronavirus, los profesionales sanitarios que refuerzan la labor de los médicos de familia en los centros de salud para controlar a todos los contactos de cada uno de los nuevos contagiados, va a ralentizar una semana más el pase de la provincia y la Comunidad en su totalidad a la fase 2.
Aunque tanto la consellera de Sanidad, Ana Barceló, como el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, habían abogado por solicitar al Ministerio de Sanidad el avance de toda la Comunidad a la siguiente fase desde el lunes próximo, la «prudencia» y «protección de la salud de todos» -en palabras de Barceló-, les ha llevado finalmente a posponer esta petición. Por tanto la Comunidad entera se mantendrá en la fase 1 hasta el 1 de junio.
La consellera admitió ayer que igual había pecado de poca prudencia al adelantarse, pero que el ligero aumento de la incidencia del virus o «índice de reproducción básico» de 0,66 a 0,85 los últimos días en los departamentos que pasaron primero a la fase 1, pese a seguir siendo «un buen dato, porque seguimos por debajo del 1» aconsejan la espera para «abordar de la forma más segura» la progresiva desescalada.
La Sociedad Valenciana de Medicina Familiar, que representa a los médicos de Atención Primaria en los centros de salud, alerta a través de su presidenta, María Ángeles Medina, de la sobrecarga de trabajo que implica el control del coronavirus, dado que estos profesionales no pueden dejar de lado la atención al conjunto de la población que empieza a reclamar unos cuidados que habían quedado supeditados por atajar la covid-19.
Asegura Medina que en su centro de salud en Elche no hay ningún rastreador de refuerzo, como en otros tantos centros de salud de toda la provincia. Entre la decena consultados por este diario apenas en dos de ellos indicaron que cuentan con una persona destinada a este cometido.
En toda la Comunidad hay 270 personas dedicadas a esta función de controlar de forma precoz los contagios a través del seguimiento de todos los contactos desde abril. El informe que Sanidad envió al Gobierno detalla que estos profesionales dedicados exclusivamente a la vigilancia epidemiológica eran 66 en febrero y que solo se realizaba una identificación de contactos estrechos en el 17,73% de los casos y que un 36,5% de los contactos pasaban a ser casos confirmados durante el seguimiento.
La conselleria, tal y como avanzó el presidente Puig, tiene previsto contratar a 1.210 profesionales más -ninguno de ellos médico-, para que ayuden en el cometido del control de los contagios a los médicos de familia. La mitad de los nuevos contratos, 600, serán enfermeras, además de 334 auxiliares administrativos, 185 celadores y 911 técnicos en cuidados de enfermería, pero hasta la próxima semana no empezarán las contrataciones, dijo Barceló.
La titular de Sanidad añade que también está prevista la contratación de al menos 195 médicos entre los residentes MIR que acaban ahora los cuatro años de especialidad y a quienes se contratará durante seis meses para contribuir a que el resto de profesionales puedan irse de vacaciones cuando les corresponda pudiendo cubrir el 70% de todos los servicios, como consta en la orden publicada por la conselleria.
«Controlamos para que el seguimiento entre Salud Pública y Medicina Comunitaria nos permita ir avanzando», concluye Barceló descartando el agravio para la población en los departamentos de salud que iniciaron antes la fase 1 y que deben esperar un total de tres semanas para pasar a la fase 2 de forma conjunta, con toda la provincia y la Comunidad entera.
Transmisión
La subdirectora de Epidemiología y vigilancia de la salud, Hermelinda Vanaclocha, felicitó a Salud Pública por el control de la trazabilidad de cada caso y subrayó que «la transmisión comunitaria es lo que importa», de ahí que se generalicen las PCR ante el menor síntoma y se realice el seguimiento de los contactos con rastreadores. «Los hay que exigen un seguimiento de hasta 53 personas y se les tiene que llamar por teléfono a todos», abundó para remarcar que la «prudencia» debe presidir frente al avance a la fase 2.
La evolución de la pandemia arroja en el último recuento en la provincia 3 fallecidos por coronavirus y 6 contagios entre los 16 en toda la Comunidad. Los hospitales han dado de alta a 74 pacientes más que suman 3.736 personas curadas en la provincia desde el inicio de la pandemia
Las unidades de pacientes críticos, UCI, registran 5 ingresos menos, hay 27 actualmente en todos los hospitales, y en planta otros 4 ingresos menos también, con 103 pacientes en total afectados por el covid.
Cecilio Velasco García: «Nunca pensé que esto iba a ser tan duro, llegué a estar 10 días en coma»
Paciente con covid-19 que ha estado dos meses en la UCI
Cecilio Velasco García (69 años y natural de Toledo) es un vecino de La Nucía que ayer, después de dos meses, salió de la UCI del Hospital del Vinalopó en Elche, tras superar la fase más dura del covid-19. Sesenta días en los que este hombre logró salir del coma, en el que estuvo diez días, y fue sometido a una traqueotomía, de la que ahora se recupera en planta, ya con la compañía de su mujer, Micalea.
«Desperté un día y estaba en el Hospital del Vinalopó», explica Cecilio, que relata que «cuando vimos que empeoraba en casa y tenía serios problemas para respirar, me llevaron al Hospital de Villajoyosa». Sin embargo, explica Cecilio, «el Hospital del Villajoyosa estaba más saturado y por eso me trasladaron a Elche, aunque confieso que yo iba tan dormido que no me enteré del traslado hasta que desperté aquí y me lo contaron».
La historia de Cecilio empezó cuando se declaró la pandemia y estaba pasando unos días de descanso en un balneario de Cofrentes con su mujer. «Del balneario se llevaron a una mujer con coronavirus, y a los demás nos desalojaron. A los pocos días empecé a encontrarme mal y acabé en la UCI», explica el hombre.
Cecilio confiesa que «el tiempo que he pasado en la UCI me ha parecido una barbaridad, han sido dos meses largos, aunque estuve unos diez días dormido por completo y no me enteré de nada. Después he estado consciente pero sin salir de la UCI y sin ver a nadie».
«Al principio no podía hablar con mi familia, y cuando salí del coma tampoco, ya que me han hecho una traqueotomía, por lo que tampoco podía hablar con ellos hasta que mejoré», relata este hombre que ahora afirma que «sigo las indicaciones que me han dado, ya que no puedo moverme, para recuperarme pronto. Ahora, una vez he superado el coronavirus, tengo que recuperarme de la traqueotomía, ya que todavía me estoy alimentando a través de una sonda que lleva el alimento al estómago».
«Nunca pensé que esto iba a ser tan duro», reconoce Cecilio, que dice que «tengo un amigo que también ha estado con coronavirus, pero él lo superó en dos semanas. Lo mío ha sido muy complicado».
Cecilio tiene dos hijas y tres nietos, a los que está deseando ver. «Solo pude ver a mi mujer hace unos días, y hoy (por ayer) que ya puede quedarse conmigo», explica el hombre que asegura que «estoy deseando volver a casa para poder pasear por mi jardín y tomarme una cerveza con mis amigos y mi familia».
«Hay que aguantar todo lo que se pueda, ya que al final se supera la enfermedad», afirma este vecino de La Nucía, a la vez que reconoce que «es verdad que me he quedado muy delgado, pero hay que tener mucha paciencia y dejarse en manos de los sanitarios, que se han portado muy bien».
Del exterior Cecilio sabe muy poco. «Desde que entré he estado sin ver la televisión y prácticamente no me he enterado de nada de lo que ha pasado, aunque por lo que he podido saber, parece que la vida no va a ser igual, veo muchos cambios».
Finalmente, asegura que «estoy muy agradecido a las enfermeras y los médicos que me han atendido, ya que se han portado muy bien conmigo en la UCI, y estoy deseando poder andar para llevarles una tarta de agradecimiento».
Protesta de los aspirantes al MIR por la adjudicación
El Gobierno cambia la forma de pedir las plazas por el covid-19 y obliga a hacerlo íntegramente online
Miles de aspirantes a la residencia MIR en los hospitales para los próximos cuatro años han reclamado por escrito al Gobierno por haber cambiado la forma de adjudicar las más de 7.000 plazas disponibles en toda España y exigir que se haga íntegramente online alegando motivos de seguridad ante el coronavirus.
Los residentes admiten que la situación es excepcional pero apuntan que se podría hacer de forma semipresencial. Se quejan de la «falta de transparencia en la tramitación de los expedientes «; del «desconocimiento de los plazos y la falta de equidad en la baremación de los méritos», y de la «incertidumbre creada en la garantía de la elección de la propia plaza mediante la vía telemática».
La oposición política a través del PP y los colegios de médicos respaldan a estos aspirantes y solicitan que se favorezca otro sistema de adjudicación con las medidas de seguridad pertinentes.
Cuarentena en la Marina Baixa para unos 20 sanitarios tras el contacto con una enferma
Una veintena de sanitarios del Hospital Comarcal de la Marina Baixa han sido puestos en cuarentena y a la espera de los resultados de las pruebas PCR tras haber tenido contacto con una paciente que ha acabado dando positivo en covid-19. Los trabajadores, desde celadores a enfermeros, auxiliares, médicos o técnicos de Rayos, han sido enviado a su casa en aislamiento hasta que las pruebas confirmen si han contraído la enfermedad, siguiendo los protocolos establecidos, tal y como ha confirmado la gerente del departamento, Rosa Louis Cereceda. Al parecer, la paciente ingresó en una planta general del Hospital de la Marina Baixa debido a una dolencia intestinal y no se le practicó el test del coronavirus. Días después, al desarrollar fiebre, fue sometida al mismo y acabó dando positivo, aunque era asintomática. Todo el personal que tuvo contacto con ella es el que está ahora en cuarentena.
