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CORONAVIRUS

El Gobierno aceptará la desescalada por áreas de salud propuesta por Puig

El presidente de la Generalitat pide al ministro Illa que no impida la movilidad interprovincial

El Gobierno aceptará la desescalada por áreas de salud propuesta por Puig

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, aseguró ayer que aceptará la propuesta de un plan propio como el que plantea el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, para una desescalada por áreas o departamentos de salud, siempre que se garantice la seguridad y se cumplan los criterios de salud fijados, así como se delimite un perímetro y que la movilidad de las personas quede reducida a ese espacio. Illa dijo que, en principio, no tienen problema en aceptarlo si se cumplen las garantías de seguridad.

Puig, rechazaba ayer la división provincial y pedía que no se impida la movilidad interprovincial. «Nuestro marco idóneo no es la provincia y la realidad comarcal se ajusta más a nuestra geografía», señalaba Puig. La consellera Ana Barceló, concretaba que Sanidad va a proponer al ministerio que la desescalada se haga en la Comunidad por departamentos sanitarios.

Los departamentos de salud «son los que nos ofrecen una lectura más real de nuestra situación», remarcaba Puig, porque la estructura social de la Comunidad Valenciana «tiene características que deben contemplarse». El proceso de vuelta a la normalidad tiene que realizarse, según el jefe del Consell, «con cirugía fina», afirmaba Puig, quien aseguró que la Generalitat es capaz de dirigir el proceso «con garantías». Barceló añadía ayer que no sólo se van a tener en cuenta criterios epidemiológicos y la situación de los hospitales, «también se aportarán otros como pueden ser datos de movilidad, económicos y sociales».

Opiniones expertas

Un grupo de expertos consultados ayer por INFORMACIÓN coincidieron en señalar que el plan estatal para la salida escalada de la crisis sanitaria es «razonable» pero debería atender a criterios geográficos departamentales. «Lo importante es que las medidas se adapten a la situación epidemiológica de cada área departamental, porque dentro de las provincias existen diferencias, incluso dentro de los departamentos hay diferencias. La situación en Alicante es distinta a la de Elche», explica el catedrático de Enfermedades Infecciosas de la UMH, el Dr. Félix Gutiérrez.

En su opinión, lo adecuado es atender a la «microgeografía», porque «nuestra provincia, con casi dos millones de habitantes, es muy heterogénea y cuenta con grandes concentraciones en grandes ciudades». Pero también existen núcleos urbanos o rurales menos afectados. «No es lo mismo Hondón de las Nieves, donde no se han detectado casos, que Elche, y están en el mismo departamento de salud», apunta el epidemiólogo y profesor de la UA José Tuells. «Puestos a hacerlo bien debe estudiarse la posibilidad de atender, dentro de los criterios epidemiológicos, a la densidad demográfica, pero también a cuestiones económicas», señala el Dr. Tuells, que aboga por un «modelo de vuelta a la normalidad flexible, dinámico y adaptativo, basado en datos reales y que no olvide a los más vulnerables, las personas mayores».

Conciencia social

El catedrático de Salud Pública en la UMH, Ildefonso Hernández, comparte la opinión de sus compañeros y considera que el Gobierno debería aceptar la propuesta departamental. «Entiendo que es posible y conveniente la división por áreas de salud», afirma, a la vez que valora positivamente el plan estatal en cuanto a las medidas, que establece «un horizonte y exigencias claras» que si se cumplen, «por parte de todos, nos ayudarán a volver a la normalidad y a la actividad económica completa cuanto antes». En el mismo sentido se pronunciaba ayer la directora médica del Departamento de Salud de Elda, Joana Requena: «Es un plan razonable pero hay que ser muy prudentes e ir poco a poco. Los plazos de 15 días son acertados. Es el tiempo que necesitamos para comprobar el impacto de cada nueva medida. Pero tenemos que ser todos muy responsables. El distanciamiento social es la medida más importante. Y debe ser flexible, haciendo modificaciones e, incluso, dando marcha atrás en alguna medida si fuera necesario».

La enfermera y socióloga Alba Navalón también respalda una desescalada «en función de la densidad de población, podría ser positivo» y, ante todo, reclama «concienciación y responsabilidad social. Si no lo hacemos bien, todos, volveremos a estar confinados». Navalón defiende el uso de mascarilla correcto y obligatorio en la calle, aunque sea temporalmente, y «mantener la guardia bien alta». En esto coincide el psicólogo Miguel Richart, experto en intervención en crisis, que aconseja «repertirnos a nosotros mismos, varias veces al día, que esta situación pasará y que todos somos importantes para ello, animándonos a ser conscientes de que la contención del virus es nuestra responsabilidad». Además, propone «alejarse de los rumores, informarse en fuentes primarias, mantener el contacto social telemático, la distancia, la prudencia, la templanza y la vida ordenada».

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