Ciudadanos pretende que la promesa electoral de desarrollar un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) se convierta en una realidad durante este mandato municipal. Y para ello, la formación naranja ha exigido que en el Presupuesto municipal para 2020 se incluya una partida de 400.000 euros que se destine exclusivamente para la revisión del planeamiento local, ya que el gobierno municipal tiene intención de externalizar los trabajos técnicos del documento.
Así, en la negociación actual entre Ciudadanos y el PP para pactar un borrador de las cuentas que luego se tendrá que negociar con la oposición (el ejecutivo está en minoría) y aprobar en Pleno, ambos socios de gobierno municipal en Alicante han pactado destinar unos 400.000 euros para impulsar la revisión del Plan General, ya que el actual data de 1987. Pero no sólo está previsto que exista una partida económica dedicada al PGOU, sino que Ciudadanos también ha exigido un refuerzo de personal en la Concejalía de Urbanismo para poder controlar los trabajos que se realicen fuera del Ayuntamiento.
La formación naranja ha reclamado contar, al menos, con un arquitecto y un abogado más en el área, además de otro auxiliar administrativo. Con estas tres incorporaciones, en una concejalía donde la fala de personal resulta especialmente grave desde hace años, Ciudadanos intenta compensar el déficit de funcionarios, sobre todo cuando el Ayuntamiento empiece a centrar los esfuerzos en revisar el PGOU.
Como adelantó recientemente el concejal de Urbanismo, Adrián Santos (de Cs), el área debe liquidar previamente el contrato con el anterior equipo redactor del PGOU (en alusión al firmado con el arquitecto Jesús Quesada en la anterior etapa del PP al frente del gobierno municipal), que está todavía sin liquidar. Hasta que no se dé solución definitiva a esa cuestión, para la que ya han llegado a un acuerdo valorada en unos 100.000 euros, Urbanismo no puede iniciar nuevos contratos.
Recta final
La exigencia de más presupuesto y más personal para reforzar las áreas de Ciudadanos han sido una tónica en las negociaciones iniciadas hace semanas y que aún continúan entre los socios de gobierno, y que según ambos grupos parece que encaran su recta final.
Desde la formación, tras la experiencia adquirida durante este casi medio año de gobierno en Alicante, son conscientes de que necesitan más dinero y más funcionarios para hacer visibles sus políticas en el Ayuntamiento, ya que admiten que en el arranque del mandato están siendo fagocitados por la gestión del PP.
El alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha adelantado durante esta semana que el gobierno abrirá a todos los grupos (incluidos, por tanto, los ultras de Vox) las negociaciones para intentar aprobar las cuentas municipales de 2020. El regidor, por otro lado, ya ha asumido que el Pleno de Presupuestos no se celebrará durante la recta final de este año, ya que todavía ni se ha cerrado el borrador, que a continuación deberá ser negociado con la oposición y finalmente llevado a Junta de Gobierno. Por su parte, el Pleno ordinario de diciembre se adelantará al día 19.
Con los Presupuestos en mente, las conversaciones con la oposición parece que no serán un camino sencillo para el gobierno, ya que la izquierda ya ha anunciado que forzará con ampliar las políticas sociales y las partidas destinadas a combatir la emergencia climática, junto al área de Igualdad. En cambio, desde Vox, ya han señalado que sus reivindicaciones irán encaminadas a acabar con «concejalías de izquierdas», reduciendo al máximo sus partidas presupuestarias, en alusión directa a áreas que gestionan desde Cs, como Igualdad o LGBTI.
