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El uso de las energías renovables en la provincia se sitúa por debajo del 10%

Solo 200 hogares tienen instalaciones de autoconsumo a través de placas solares fotovoltaicas

Fernando Arribas cuenta desde hace unas semanas en su vivienda con una instalación de autoconsumo por energía solar fotovoltaica. rafa arjones

La perplejidad del vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, cuando el pasado mes de octubre visitó Alicante y reparó en la poca presencia que hay de placas solares resume el contrasentido que marca la relación de la provincia con las energías renovables. 360 días de sol al año y las placas solares en los tejados de viviendas o empresas son mera anécdota. Lo mismo ocurre con la energía eólica. Los aerogeneradores que llenan el paisaje de Albacete desaparecen de un plumazo cuando se cruza la frontera con Alicante. Sólo 200 personas en toda la provincia de Alicante tienen instalaciones de autoconsumo de energía solar fotovoltaica y según los cálculos de Ecologistas en Acción las renovables suponen menos del 10% de la energía que utilizamos, una cifra menor que la del resto de la Comunidad, donde la energía eólica tiene una mayor implantación. De este modo la provincia sigue siendo fuertemente dependiente de los combustibles fósiles, como el petróleo y el gas natural, responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático.

Para Carlos Arribas, portavoz de Ecologistas en Acción de Alicante, la implantación de las energías renovables en la pasada legislatura ha sido irrelevante, «y ese hecho no se puede volver a repetir en la legislatura 2019-2024». Esta entidad llama además la atención sobre el hecho de que el Plan de Energía Sostenible de la Comunidad Valenciana se plantee elevar al 16% el uso de renovables en nuestro territorio, «cuando en Europa se nos exige el 20% en 2020 y el 32% en 2030». Los ecologistas también ponen el acento en el Plan Eólico aprobado en 2001 y que está congelado desde hace años, con seis zonas de las 15 sin ejecución de ningún parque eólico en la Comunidad Valenciana. En la provincia de Alicante no hay ni una sola instalación de este tipo. «El objetivo de conseguir una potencia eólica de 1.700 MW en 2020, cuando ahora tenemos tan solo 1.200 MW, debería ser mucho más ambicioso», cree Arribas. Además, les llama la atención que el Gobierno de Sánchez pretenda duplicar la potencia eólica instalada para 2030 y la Comunidad Valenciana «no contribuya ni con el 10 % que le correspondería por población y consumo energético».

Pese a este negro panorama, el futuro no es tan sombrío tras los cambios normativos impulsados por el Gobierno central. Los más importantes, la supresión del llamado «impuesto al sol», que supuso hace unos años un freno al desarrollo de las energías renovables en España, una nueva regulación para el autoconsumo y la posibilidad del autoconsumo compartido para comunidades de propietarios. El renovado impulso que en este sentido se está dando a las renovables, aunque lentamente, comienza a dejarse sentir en la provincia de Alicante, donde hay pendientes de tramitar un centenar de peticiones por parte de particulares que quieren poner una instalación de energía solar en sus viviendas, según los datos de la Conselleria de Economía.

Tras los recientes cambios normativos y gracias al abaratamiento en los últimos años de los costes de fabricación, «vamos a ir viendo como poco a poco los tejados de las casas se llenan de placas solares», augura Pablo Pirles, responsable del servicio «Smart Solar» de Iberdrola. Desde esta compañía también destacan que los trámites para dar de alta una instalación de este tipo se han simplificado bastante en el último año.

El real decreto aprobado por el Gobierno el pasado mes de abril introduce además la figura de la compensación de excedentes. «Hasta ahora la energía que producías y no podías aprovechar porque no estabas en casa se perdía. Ahora se puede verter a la red eléctrica, se valora esa energía y se descuenta de la factura mensual de la luz», afirma el responsable de Iberdrola. El coste de la inversión, para una familia estándar «ronda los 6.000 euros y puede llegar a suponer un ahorro del 35% en el coste de la luz en la factura mensual». El tiempo en el que se puede llegar a recuperar esta inversión ronda los 7 o 8 años, «aunque en la Comunidad Valenciana hay ayudas que permiten recuperar el 20% del coste de la inversión a través del IRPF». El Ayuntamiento de Alicante también tiene sus propias ayudas a través de bonificaciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles que llegan al 50%.

Fernando Arribas es uno de estos vecinos de Alicante que ha apostado por las energías limpias y acaba de dar de alta una instalación de autoconsumo de energía solar en su vivienda. «Trabajo desde casa, por lo que se saco el máximo partido. De hecho, mis hábitos de vida han cambiado en las pocas semanas que tengo la instalación. Ahora preparo la comida y la cena al mismo tiempo y aprovecho las horas de luz para poner la lavadora». A través de una app del móvil pude ver cuánta energía está produciendo y consumiendo. «Es una satisfacción enorme cuando estás cocinando ver cómo la energía que consumes la has producido tú», señala este vecino de la playa de San Juan. A su juicio, la de las renovables es una revolución «que ha llegado para quedarse», aunque aún deben salvarse obstáculos. Por ejemplo, el de la manera de acumular la energía excedentaria sin necesidad de tener que volcarla a la red eléctrica. «De momento las baterías son muy caras y no dan buenos resultados».

Otro de los aspectos más importantes de la nueva normativa es que se abre la puerta al autoconsumo compartido, una figura que hasta el momento no existía en nuestro país. «Esto da vía libre a que se puedan poner instalaciones de autoconsumo en edificios compartidas entre varios vecinos, algo que hasta ahora era imposible», destaca Mercedes Ortiz, profesora de Derecho Administrativo de la Universidad de Alicante, especializada en Derecho Ambiental. Para esta especialista, al margen de que los cambios normativos faciliten una mayor implantación de las renovables, hay otro debate de fondo, que es el de la propiedad de la energía. «Europa no quiere que haya oligarquías de energía, quiere que sea algo social, descentralizado, democrático y digital».

Al margen del incremento en el número de instalaciones de autoconsumo, la provincia se prepara para acoger grandes proyectos, como el Xixona, donde está previsto levantar una de las mayores plantas solares de la Comunidad Valenciana, que contempla una inversión de 40 millones y generará energía para abastecer 25.000 viviendas. O como el que promueve la construcción de una megaplanta de energía solar en Monóvar con una potencia de 270 megavatios (MW) y una inversión de 120 millones.

Ante estos megaproyectos, Ecologistas en Acción pide una regulación específica en la Comunidad Valenciana. «El proyecto de Monóvar tiene un impacto enorme, con un tendido eléctrico de 15 kilómetros que además ocupa suelo agrícola», advierte Carlos Arribas

En la Comunidad Valenciana, el Instituto Valenciano de la Competitividad empresarial, IVACE, también ofrece una línea de financiación para aquellas empresas y entidades que quieran apostar por las instalaciones de autoconsumo. El presupuesto total asciende a 2,4 millones de euros, a interés 0% y a devolver hasta en 10 años, con un importe máximo del préstamo de 500.000 euros. En la provincia de Alicante se han subvencionado 45 proyectos por un importe de 365.000 euros.

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