Monólogos, teatros, programas de coeducación para los más pequeños, formación para los empleados públicos y hasta servilletas en cada bar con el teléfono de denuncia 016. Cualquier idea es buena para gritar «no más mujeres asesinadas» y erradicar el germen de la violencia machista en una sociedad corrompida por esta lacra, que ha dejado tras de sí 51 muertas este año en España, cinco de ellas en la provincia.
A través del Pacto Estado contra la violencia de género, las comarcas alicantinas recibieron 1.037.323 de euros del Ministerio de Igualdad, para impulsar iniciativas destinadas a la prevención de actos machistas. Así, todos los municipios disponen en sus cuentas de 689 euros y 0,18 céntimos por cada habitante para este fin. De este modo, las ciudades más grandes como Alicante cuentan con más fondos.
En la capital de provincia, que contó con 76.181 euros, se ha ejecutado toda la partida presupuestaria. Los empleados públicos, niños y adolescentes han sido los principales destinatarios de las actividades de formación y concienciación. La campaña «Planta cara» fue la protagonista en materia de sensibilización en la fiesta de Hogueras, donde se repartieron abanicos y sombreros con mensajes reivindicativos. Asimismo, según fuentes municipales «los centros siguen demandando los puntos violeta donde pueden informarse y denunciar».
«Si hubiésemos tenido más dinero, lo hubiésemos gastado también. Tenemos muchos planes». María Jesús Pla es Agente de Igualdad en el Ayuntamiento de Villena y contó orgullosa y emocionada que, incluyendo el dinero asignado por el pacto de Estado, más de 6.000 euros, el Consistorio suele destinar hasta 20.000 a estas actividades. Además de material de difusión y el punto lila para la campaña de fiestas, en Villena los más pequeños reciben talleres de coeducación: «En segundo curso de primaria abordan con profesionales talleres como quién nos cuida, para inculcar el reparto equitativo de tareas».
Víctimas en las aulas
Juan Lillo es un sociólogo alicantino que imparte diversos talleres en los centros de educación secundaria del municipio villenense: «Me da miedo cuando los niños y niñas narran episodios violentos sin conmoverse o incluso con chanza; porque entienden la violencia como algo inevitable, natural o incluso una forma legítima de enfrentar los conflictos de convivencia». El sociólogo explicó qué destacan quienes han sufrido actos de violencia de género y finalmente se acercan para agradecer este tipo de ayuda y orientación: «Lo más valorado es siempre el modelo formal en que se explican las relaciones violentas. Es decir, cómo se produce y reproduce el maltrato. También pueden juzgar los hechos moralmente. Entender que es malsano, que está mal. Y por tanto, que necesita un remedio y, ojalá; un final». Asimismo, el experto hizo hincapié en la necesidad de dar continuidad a estas iniciativas: «En la escuela, no existe una aproximación eficaz a estos contenidos. No hay tiempo y espacio propio previsto. Por tanto, cuando la ocasión se presenta, suelen escuchar, preguntar y aprender con entusiasmo. Siempre hay excepciones, claro. Más si entre los chicos se dan posiciones ideológicas machistas y negacionistas. Lamentablemente ahora están en auge, muy de moda».
En la localidad de Alcoy, Pamela Palenciano, actriz y víctima de malos tratos, interpretó su monólogo «No sólo duelen los golpes» de forma gratuita. En esta representación cuenta cómo la mujer va metiéndose en una relación tóxica sin apenas darse cuenta y sin identificar lo que le está pasando. Asimismo, Alcoy, también repartió material con mensajes reivindicativos e instaló un «punto violeta» durante las fiestas locales. Además, en espacios de ocio nocturno desarrolló la campaña «Alcoi diu, No és No. Contra les agressions sexistes Som una Veu».
En Elche, con un total de 57.945 euros asignados, destaca entre todas sus iniciativas el taller para padres dirigido a hombres: «Los retos de compartir la crianza». El objetivo es apoyar los procesos de cambio hacia un modelo de pareja más igualitario y respetuoso.
En el caso de Dénia también pudo implicarse la Policía Local con un curso destinado a los agentes para mejorar las competencias en la atención a víctimas de violencia de género. Asimismo, las localidades de Benidorm y Elda ejecutaron los fondos del ministerio de Igualdad con actividades similares.
Los que deciden no invertir
Algunos de los municipios alicantinos no han hecho uso de los fondos del Pacto de Estado. Es el caso de Beneixama, con 1.700 habitantes, donde la concejala de Igualdad contó cómo organizaron una charla que decidieron cancelar «porque solo se inscribieron dos personas». «La población no respondió y el dinero no se llegó a gastar», sentenció la edil socialista.
Mientras, en el Alto Vinalopó, fuentes municipales del Ayuntamiento de Cañada, gobernado por el PP, aseguraron que «por fortuna no es un pueblo conflictivo, tenemos algún conato que ya aborda la trabajadora social, pero no como para hacer un programa tan amplio». En este Consistorio, que cuenta con 1.214 habitantes censados, añadieron que «no se ha justificado nada porque no se ha gastado nada».
Por su parte, la alcaldesa de Sagra, con 369 habitantes, María Teresa Rosselló, desconocía que el municipio fuese beneficiario de este programa. Sin embargo, aseguró que prevén aprobar un Plan de Igualdad con una subvención de 1.900 euros de Subdelegación, con actividades que no se han realizado hasta la fecha. En Planes, donde alcanzan los 700 censados, repartieron cartelería, bolsos y bolígrafos con mensajes reivindicativos.
En Agost, que ya alcanza los 4.000 habitantes las iniciativas incluyeron actividades formativas para los funcionarios y un «Documovil» con cortos para los más jóvenes.
Las localidades de Torrevieja, Orihuela y San Vicente del Raspeig no ofrecieron la información solicitada por este periódico.
