Con la misma luz que aquella tarde del 9 de diciembre del 2016 cuando María del Carmen Martínez recibió dos disparos en la cabeza que acabaron con su vida. Son las condiciones lumínicas en las que el fiscal José Llor, acusador público en el proceso por el asesinato de la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, considera que tiene que realizarse la inspección ocular que los miembros del jurado van a cursar a lo que eran las instalaciones de Novocar. Un establecimiento de automoción propiedad entonces de la familia Sala y hoy ya en manos de otro propietario que en aquellos momentos estaba regentado por Miguel López, yerno de la víctima y único sospechoso de su muerte.
La inspección está fijada para las 18 horas del próximo lunes, primera jornada del juicio por estos hechos, pero el fiscal va a plantear a la presidenta del jurado, la magistrada Francisca Bru, que atrase la visita para que los jurados puedan ver las instalaciones con idéntica luz que aquella tarde, cuando María del Carmen acudió a recoger su coche y fue asesinada en la lavadero del local, donde se encontraba estacionado el vehículo. Un Porsche Cayenne que tiene que ser trasladado de nuevo a Novocar para esa tarde sin que de momento se tenga claro si se trasladarán otros coches para recrear fidedignamente el aspecto que el local presentaba aquel día.
La inspección ocular, que se ha acordado a instancias del fiscal y de la acusación particular que se ejerce en nombre del hijo mayor de la víctima, tendrá lugar un día antes de que el acusado, para quien se reclaman más de 24 años de prisión, preste declaración por estos hechos.
Las armas y el diario
Para que esté a disposición del jurado, la acusación particular ha solicitado también que se disponga de la agenda en la que María del Carmen iba anotando cómo se encontraba, unas hojas manuscritas en las que la viuda de Vicente Sala deja constancia de la guerra que mantenía enfrentada a la familia por el control del holding empresarial y la tristeza que eso, como madre, le provocaba. También se han reclamado las armas incautadas al sospechoso el día que fue detenido, una pistola air-soft marca Hi-Capa y otra de la marca Tanfoglio para las que disponía del licencia. Una petición ante la que el juzgado ha respondido que no las tiene registradas como piezas de convicción y que las mismas se encuentran depositadas en la Inspección de armas de la Guardia Civil sin que se indique qué se va a hacer para que las armas estén el lunes en la sala donde va a comenzar el juicio. Asimismo se piden los móviles de la víctima y de su presunto asesino.
