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La Generalitat tendrá por vez primera en la historia la sede de una conselleria en Alicante

La nueva cartera de Innovacción y Universidades estará dirigida por la profesora de la UA Carolina Pascual Villalobos y se ubicará en la capital provincial. El ejecutivo tomará hoy posesión con la mayor cuota alicantina del autogobierno: entran Mireia Mollà y Martínez Dalmau además de seguir Climent y Ana Barceló

Durante su discurso de investidura del pasado miércoles y ayer mismo en el acto solemne de toma de posesión, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, dejó claro que, junto a la reivindicación de la financiación autonómica a Madrid, arranca una legislatura en la que tendrá que cuadrar de una vez por todas un relato común que sirva para encajar el proyecto de la Comunidad Valenciana. El mensaje tenía destino: Alicante. Es la provincia en la que la izquierda mostró una mayor debilidad tanto en las elecciones autonómicas como en las municipales. Dicho de otra manera: es el territorio en el que mejor resiste la derecha, en gran medida por la desafección de parte de la provincia con Valencia y por la dificultad de «coser» el conjunto de comarcas. El pasado miércoles el acuerdo entre el PSPV, Compromís y Podemos que servirá como hoja de ruta para esta segunda versión del Botànic ya se firmó en el Castillo de Santa Bárbara como gesto político con Alicante. El siguiente paso de Puig es un hecho. Por primera vez en la historia habrá un poder autonómico real en la provincia.

La nueva conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital tendrá su sede en Alicante y estará dirigida por una de las principales novedades de este Consell. Carolina Pascual Villalobos, profesora de la UA y decana del Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Comunidad. Será la responsable de este departamento con el que definitivamente la Generalitat convierte Alicante en el epicentro de su gestión dedicada al conocimiento y el impulso de la economía tecnológica que tuvo su primer movimiento durante la pasada legislatura con la creación del Distrito Digital. Será una novedad histórica en tanto que nunca, en los cuarenta años de autogobierno, se han instalado en Alicante estructuras autonómicas reales más allá de las direcciones territoriales o de alguna reunión puntual de las Cortes.

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Pero esa apelación al relato común tendrá, además, un reflejo mayor en la composición del Consell por parte de los tres partidos que conforman el ejecutivo. Nunca se ha sentado en un gobierno valenciano una cuota tan importante de consellers alicantinos: cinco de los doce miembros que tendrá el ejecutivo que tomará posesión hoy a partir de las 10:30 horas en el Saló de Corts del Palau de la Generalitat. Al margen del presidente Puig, de los otros cinco consellers que le corresponden dentro del acuerdo al PSPV, dos proceden de la provincia: la citada Carolina Pascual Villalobos y Ana Barceló, que repetirá en la cartera de Sanidad. Dentro de los cuatro departamentos reservados para Compromís, como hasta ahora, habrá dos alicantinos en el gobierno valenciano. La principal novedad es el retorno a la escena política autonómica de Mireia Mollà, hasta ahora portavoz en el Ayuntamiento de Elche y que en las últimas primarias de su partido decidió quedarse al margen de la candidatura a las Cortes Valencianas. Ahora tendrá a su cargo la conselleria que gestionará la política ambiental, agricultura o agua. Asuntos claves de la agenda provincial. Como estaba cantado, repite como conseller de Economía Rafa Climent, la otra pata provincial de la cuota de Compromís.

A esos cuatro alicantinos en el Consell se suma otro más: el líder de Podemos-EU, Rubén Martínez Dalmau. Natural de Teulada aunque afincado en Xàbia y número uno por Alicante en las últimas elecciones autonómicas, Dalmau ocupará, de acuerdo con los términos del acuerdo político rubricado por la izquierda, la vicepresidencia segunda del Consell junto a las competencias de Vivienda y la coordinación de la política «verde». Esa posición como vicepresidente le concede a Dalmau un estatus político que le otorga una voz autorizada para grandes asuntos. La otra consellera de Podemos-EU será Rosa Pérez, una de las dirigentes que destapó el fraude del PP en las adjudicaciones del «caso Taula» y que se hará cargo de Calidad Democrática, la conselleria que hasta aquí dirigía Manuel Alcaraz.

Al margen de esa amplia cuota provincial y de la entrada de Podemos, la otra gran novedad del gobierno por la posición que ocupaba hasta ahora y también, desde luego, por la importancia de la conselleria que asume es la incorporación de Arcadi España, persona de la máxima confianza de Ximo Puig y hasta ahora su jefe de gabinete en Presidencia de la Generalitat. Será el conseller de Infraestructuras y, por tanto, tendrá a su cargo todo el control de la política urbanística. El resto del Consell está marcado por la continuidad. Mónica Oltra será de nuevo la número dos y la consellera de Política Social además de la portavoz, Vicent Soler seguirá en Hacienda, Gabriela Bravo en Justicia pero reforzada con competencias de Interior y Vicent Marzà en Educación y Cultura aunque con parte de esas últimas competencias en Presidencia. Hoy tomarán ya posesión para poder empezar a diseñar sus propios equipos de trabajo.

Carolina Pascual

Una ingeniera que ha ido rompiendo barerras hasta llegar al Consell

De Carolina Pascual Villalobos (Elche, 1974), además de no confundirla con la periodista del diario INFORMACIÓN con su mismo nombre y primer apellido, se puede decir que ha dado un paso más en su carrera por hacerse un hueco en un mundo donde ser mujer, ingeniera y experta en telecomunicaciones parecía una quimera hace unos años. Esta ilicitana, que ejerce de profesora de la Escuela Politécnica Superior en la Universidad de Alicante, es la primera decana del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Comunidad Valenciana. Su nombramiento, en enero de 2018, rompió barreras en su sector, al igual que es todo un hito que hoy se convierta en la primera consellera de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital de la historia del Gobierno valenciano.

Desde hace años, Carolina Pascual, que también es presidenta de la Asociación Valenciana de Ingenieros de Telecomunicación (AVIT), es la coordinadora de proyectos tecnológicos de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante (UA). Representa un perfil de «ingeniero» totalmente distinto a lo que había habido hasta ahora, un campo típicamente masculino, donde es muy difícil avanzar a la misma velocidad que la sociedad digital requiere.

Por eso, que la nueva consellera trabaje a diario con redes de telefonía móvil de quinta generación, o esté hablando continamente de una sociedad hiperconectada con el internet de las cosas y la Inteligencia Artificial, es su aval para gestionar la gran apuesta de Ximo Puig.

Mireia Mollà

La joven diputada azote de Camps que deja Elche por la política «verde»

Mireia Mollà i Herrera (Elche, 1982) regresa a la primera fila de la política valenciana com0 consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, el área que se responsabilizará de la política verde y la lucha contra el cambio climático, una de las grandes líneas programáticas del Botànic II. Con 36 años, esta ilicitana, diputada de Compromís en las Cortes por Alicante desde 2007 -donde llegó con tan solo 25 años- decidió en los últimos comicios autonómicos desvincularse del Parlamento valenciano para centrarse en su ciudad, en Elche donde era concejala desde 2015, gestionando las áreas de Representación Institucional, Turismo y Playas y ahora aspiraba a conseguir la Alcaldía. Unos malos resultados, bajando de cuatro a dos ediles, la relegaron a ser el solo apoyo necesario que permitió al socialista Carlos González a obtener la vara de mando municipal el pasado sábado. Un par de días después, Mollà dejará la ciudad de las palmeras por el Consell.

Hija de Pascual Mollà, antiguo líder de la corriente interna de EUPV Esquerra i País y hoy dirigente de Iniciativa del Poble Valencià, partido donde militan ambos, inició los estudios de Estadística en la Universidad Miguel Hernández pero no terminó la diplomatura, aunque trabajó en el servicio de Contabilidad y Presupuestos de esta institución. En enero de 2013, llegó a ser la diputada que más había intervenido en las Cortes, donde se convirtió, junto a su compañera Mónica Oltra, en el gran azote del expresidente Francisco Camps.

Arcadi España

De vertebrar el Botànic a vertebrar la Comunidad

Arcadi España (Carcaixent, 1974) ha sido durante los últimos años la mano derecha de Ximo Puig, su hombre de confianza desde los tiempos en los que el actual presidente de la Generalitat fue elegido secretario general del PSPV (2012) hasta prácticamente ayer, cuando el jefe del Consell pronunció su discurso al tomar posesión del cargo. Ya con Puig al frente del Govern, España ha sido junto al jefe de gabinete de Mónica Oltra, Miquel Real, el encargado de mantener ese equilibrio entre las dos «almas» del Botànic que ha permitido que el gobierno de coalición surgido tras las elecciones de 2015 haya llegado hasta hoy con aparente buena salud. Hijo de un histórico dirigente socialista en la comarca de la Ribera y discípulo político del ex asesor del hasta ahora eurodiputado Enrique Guerrero, Arcadi España es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universitat de València y máster en Dirección y Gestión Pública para Analistas Financieros Internacionales. Trabajó como consultor en el Grupo de Analistas Financieros Internacionales, pero tras la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al Gobierno en 2004 pasó a ser asesor parlamentario del Ministro de Trabajo, Jesús Caldera, y de ahí a ser director del Gabinete del secretario de Estado de Asuntos Constitucionales, José Luis de Francisco. Desde ahí se convirtió en uno de los hombres de confianza de Zapatero, con el que sigue manteniendo una estrecha relación de amistad. En 2018 fue la opción preferida de Puig para la Delegación del Gobierno, cargo para el que Moncloa finalmente eligió a Juan Carlos Fulgencio.

Las competencias de Cultura, el último de los frentes por cerrar

La comisión negociadora del nuevo acuerdo del Botànic volvió a reunise ayer para cerrar los flecos pendientes, pero los avances fueron escasos, según las fuentes consultadas. El principal frente abierto entre PSPV y Compromís es la partición de Cultura. La diferencia está en qué engloba el concepto de Patrimonio Cultural. Los socialistas quieren trasladar todo lo que era ahora la dirección general de Cultura, que estaba en manos de Carmen Amoraga, a Presidencia, al lado de Turismo. La concepción de Compromís es otra. Entiende que lo pactado es desgajar solo la subdirección de Patrimonio Cultural, pero no la de Libros, Archivos y Bibliotecas, que permanecería en Educación.

En esas está la situación, que debería dilucidarse hoy para empezar a trabajar en el segundo escalón. El nombre de la vicepresidencia segunda, para Unides Podem, fue tema de debate durante el encuentro de ayer. Finalmente, los morados tuvieron que elegir entre dos opciones. Se quedaron con la de Vivienda y Arquitectura Bioclimática. La otra era aún más larga. Las diferencias internas en Podem-EU sobre la conveniencia de que la líder de Esquerra Unida, Rosa Pérez, fuera consellera retrasaron la resolución final con el reparto del gobierno.

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