El Ayuntamiento de Alcoy ha delimitado tres zonas del casco antiguo para proceder a su peatonalización. La medida, todavía en fase de estudio, afecta al entorno de las calles San Nicolás y San Lorenzo, al ámbito del campus universitario y a la parte baja del centro, entre la Placeta del Fossar, el museo arqueológico y los juzgados. La iniciativa suscita diversidad de opiniones entre vecinos y comerciantes, que en cualquier caso reclaman que se aplique con sentido común y teniendo en cuenta todas las variantes.
Son muchos los años en que se viene hablando de la posibilidad de peatonalizar el casco antiguo de Alcoy, aunque hasta la fecha todo habían sido intentos tímidos y con falta de consistencia. Pues bien, parece que el gobierno municipal ha decidido por fin tomar el toro por los cuernos y ha delimitado tres zonas en las que se considera que la medida podría resultar aplicable y positiva.
Según la información facilitada, se trata en concreto de la zona delimitada por las principales arterias del centro, concretamente San Nicolás y San Lorenzo, incluyendo el ámbito de las calles Sant Francesc y adyacentes y las plazas de la Cruz Roja y Ramón y Cajal, donde ya se va a actuar desde el punto de vista urbanístico. La segunda de las zonas es la conformada por el Campus de la Universidad Politécnica y su entorno, mientras que la tercera afecta al ámbito de la Placeta del Fossar, el museo arqueológico y los juzgados.
El concejal de Movilidad, Jordi Martínez, destaca que «desde el punto de vista de la sostenibilidad, y también desde el económico, hay numerosos ejemplos de centros históricos de otras ciudades en que la peatonalización ha funcionado muy bien. Aquí también queremos apostar por ello, aunque siempre contando con la opinión de los vecinos, comerciantes y partidos políticos».
En este sentido, señala que se ha encargado un estudio técnico para concretar la viabilidad de la iniciativa, el cual estará acompañado a su vez por un informe de movilidad en el que se tenga en cuenta el servicio de autobús, por dónde se puede desviar el tráfico y las nuevas posibilidades de aparcamiento.
Martínez deja claro que «no hay nada cerrado. Veremos el resultado de estos estudios y también, insisto, la opinión de los colectivos implicados. A partir de ahí se establecerá un calendario para ir aplicando el proyecto por fases».
Pues dichos colectivos han acogido la iniciativa con diversidad de opiniones, o cuanto menos con cierta prudencia. Rafael Pérez, de la asociación de comerciantes, señala que «puede ser positivo siempre que se peatonalice desde el sentido común. Haría falta más iluminación, que las calles estuvieran al mismo nivel en cuanto a aceras y calzada y que también hubiese un mobiliario adecuado. La prueba que se hizo en su momento en la calle San Lorenzo no resultó, porque a nivel urbanístico no está bien adecuada. También hay que realizar un estudio de movilidad y que los vecinos puedan entrar para cargar y descargar».
El presidente de la asociación de vecinos, Juanjo Nebot, se expresa en parecidos términos. «No se puede cerrar todo el centro, porque no veo la forma de desviar el tráfico. Habría que adaptar convenientemente el servicio de autobús y, sobre todo, que la gente se mentalizara de no coger el coche. Si todo eso es así, podría resultar positivo», augura. Con todo, las opiniones a pie de calle son para todos los gustos tanto entre comerciantes como entre vecinos.
