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Sant Joan y Mutxamel dan el primer paso para aprobar sus presupuestos tras años prorrogados

La intención de los equipos de gobierno es iniciar las conversaciones con la oposición en las próximas semanas y aprobar un borrador antes de final de año - Ambos buscan presentar unas cuentas públicas que llevan desde 2016 y 2017 bloqueadas

El edil Santiago Román (Cs), con el alcalde de Sant Joan, Jaime Albero (PSOE), al fondo de la imagen.

Las localidades de Sant Joan y Mutxamel comienzan a ver la luz al final del túnel respecto a los presupuestos municipales. Según han manifestado ambos ejecutivos, su intención es la de dar salida a las cuentas públicas «lo antes posible», por lo que confirman que comenzarán en las próximas semanas a tener conversaciones con los grupos de la oposición para presentarles una primera propuesta de las cifras. Siguen así el camino del municipio vecino, El Campello, después de que hace un mes, su ejecutivo local presentó una propuesta para desbloquear unas cuentas que llevaban cinco años sin aprobarse. El escenario de Sant Joan y Mutxamel no es muy distinto al de El Campello: los dos llevan años sin aprobar los presupuestos pese a disponer de «cierta facilidad política» durante la pasada legislatura.

Sant Joan

En el caso del municipio santjoaner, la concejalía de Hacienda intentó sacar a la desesperada las cuentas antes de las pasadas elecciones locales del 26 de mayo. Un proyecto que no vio la luz finalmente por no convencer al resto de grupos de la oposición, además de que se presentó en plenas vacaciones de Semana Santa y ante la sorpresa de casi todas las formaciones políticas. Ahora, con el equipo de gobierno blindado por PSOE y Cs, el edil del ramo, Santiago Román (Cs), confirmó ayer que en las próximas semanas convocará las comisiones informativas para exponer la nueva propuesta de las cuentas a todas las agrupaciones políticas de Sant Joan d'Alacant. La localidad lleva sin presupuestos desde el año 2016, y es ahora, con la mayoría plenaria asegurada, cuando el ejecutivo local quiere acabar con una situación que se prolonga desde hace casi cuatro años. Por ello, la intención de Román es sacar adelante las cuentas y contar con las cifras aprobadas para enero de 2020. «Espero que haya buen entendimiento con todos los grupos políticos y que exista voluntad para aprobar los presupuestos por parte de la oposición», detallaba el edil a este medio. Sin embargo, el discurso conciliador de Román iba acompañado de la realidad política del municipio, ya que PSOE y Cs disponen de mayoría plenaria y no necesitan ningún apoyo más para sacar las cuentas adelante, algo que recordó ayer el concejal de la formación naranja. Las intenciones de Ciudadanos no pasan por buscar un consenso forzado con las formaciones, sino por cumplir con una promesa electoral que, según parece, puede ser una realidad en enero. Por último, Román explicaba que desde 2015, la deuda municipal se ha visto reducida en 10 millones de euros, puesto que, actualmente, el Ayuntamiento debe 3,8 millones a las entidades bancarias. Mientras tanto, Román pronostica que las cuentas que se aprobarán contarán con unos 20 millones de euros en el apartado de ingresos.

Mutxamel

Por otro lado, la localidad de Mutxamel también seguirá el mismo guion que Sant Joan. Tal y como informó la edil de Hacienda, Lara Llorca (PP), antes de que finalice el mes de noviembre el tripartito convocará las comisiones pertinentes para informar a la oposición. En este caso, la concejalía no pudo precisar los datos disponibles del presupuesto de 2018 a este medio, pero sí afirmó que la intención del Partido Popular es que Mutxamel cuente, de nuevo, con unos presupuestos el próximo mes de enero. La localidad no consigue aprobar las cuentas desde el año 2017, cuando gobernaba en minoría el PP, siendo el único municipio que sacó adelante las cifras sin disponer de mayoría plenaria. El Ayuntamiento no dispone actualmente de deuda contraída con los bancos.

Ahora, el tripartito formado por PP, Cs y Vox, quiere dar salida a unas cuentas bloqueadas tres años para 2020. En este escenario, el voto del edil y portavoz de la formación de ultraderecha será determinante. Miguel Da Silva forma parte de la junta de gobierno pese a no disponer de competencias municipales. La jugada del bloque de la derecha de permitir la entrada de los ultras en el ejecutivo local buscaba alcanzar la mayoría y dar salida a este tipo de asuntos. Además, una de las principales inquietudes del alcalde, Sebastián Cañadas (PP), era la aprobación de las cuentas públicas, según resalto el mismo tras ser elegido primer edil.

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