Esta semana 50 alumnos de sexto curso de Primaria del colegio El Faro de Alicante han cambiado el aula por el Museo Volvo Ocean Race para aprender de una forma innovadora: a través de la experiencia.

Se trata de un programa educativo piloto que potencia la creatividad, la exploración y la reflexión de los alumnos mediante proyectos sobre la regata que ellos mismos han desarrollado y que finalizan en el Museo, exponiéndolo a la organización de la vuelta al mundo a vela.

«Este proyecto se fundamenta en el modelo contextual de aprendizaje y en el concepto de Educación Expandida, que sostiene que la educación ya sucede más allá de las instituciones educativas y de los entornos considerados formales», afirma el profesor Diego Téllez, que ha diseñado el programa. «También en el aprendizaje basado en proyectos, que dota a los alumnos de competencias y conocimientos clave en el siglo XXI para la resolución de problemas de la vida real».

Téllez, tras valorar diferentes escenarios, consideró que el contexto de Alicante como Puerto de Salida de la Volvo Ocean Race era el enclave perfecto para desarrollar este programa piloto.

«La Volvo Ocean Race aglutina elementos y características clave del sistema educativo basado en competencias: innovación, multiculturalidad, pensamiento crítico, esfuerzo y superación, trabajo en equipo y cuidado del medio ambiente», señaló. «Además es un claro ejemplo de colaboración entre entidades públicas y privadas en la ciudad desde el año 2008».

Las caras de entusiasmo de los niños y los intensos diálogos entre ellos revelan que la experiencia está funcionando bien. Todos se vuelcan en la docena de proyectos que han ideado y que han presentado a los trabajadores de la organización. Son proyectos que los alumnos han elegido porque los consideran relevantes en su vida y en su entorno: desde una campaña de concienciación sobre los plásticos y la contaminación y una exposición culinaria sobre las ciudades de la ruta hasta un circuito eléctrico que muestra el recorrido de la edición 2017-18.

«Me ha gustado la experiencia y he aprendido un montón de cosas que no sabía, por ejemplo cómo hacer un reportaje y preparar las entrevistas. En las clases aprendo cosas como ortografía, geografía, pero aquí aprendo cosas más interesantes para mi», reflexionó el alumno Álvaro Martínez. «Es una manera de aprender, me gusta más aprender haciendo proyectos en vez de estar todo el rato con libros y estudiar».

«Prefiero trabajar en equipo, se aportan ideas y se ayuda mucho, uno solo no puede hacer todo lo que quiere, con ayuda es más fácil hacer las cosas», destacó Mar Álvarez, que construyó un proyector de cine casero con otras dos compañeras. «De mayor me gustaría dedicarme a la fotografía, por eso he elegido este proyecto».

El Museo Volvo Ocean Race, que cuenta con un programa educativo escolar gratuito, valoró de forma muy positiva esta iniciativa y aportó los recursos necesarios para su desarrollo.

«La innovación es muy importante para nosotros, así que poder colaborar en proyectos innovadores en educación nos encanta", destacó Laura Urrutia, directora del Museo. «Los resultados de este piloto son muy positivos, cada día los alumnos han visto como sus objetivos de aprendizaje se han cumplido y eso es muy motivador. También se han sentido mayores y útiles al ver que sus proyectos nos aportaban ideas y creatividad. Esperamos poder desarrollar más proyectos en esta línea en el futuro».