La Guardia Civil de Tráfico de Ramales de la Victoria se vio desbordada por la presencia de motoristas procedentes de Cantabria y de todas las provincias del País Vasco.

En principio se esperaban unas 600 motos, pero sólo en la zona del accidente donde tuvo lugar la concentración se superó este número ampliamente, lo que obligó a cerrar temporalmente esta vía, ya que las motos aparcadas ocupaban cientos de metros de carretera.

Se dispusieron operativos de emergencia en la entrada de Ampuero y en la salida de la CA-510, en el acceso a la Autovía del Norte.

El homenaje comenzó sobre las 11.30 horas en el punto del accidente, puesto que no hubo misa previa en la iglesia de Santa María de Ampuero, como estaba previsto, sino que se ofició en Bilbao.

La concentración, a la que asistieron familiares de la víctima, fue convocada a través de internet.

Se repartieron entre los asistentes cientos de flores, depositadas junto a varias coronas colgadas junto a los quitamiedos por la familia y sus amigos más allegados.

Josu, un motorista vasco amigo del fallecido, leyó por megafonía un manifiesto de condolencia y de protesta por la existencia de los guardarrailes en lo que es la primera concentración en Cantabria contra las condiciones de las carreteras y los peligros que suponen para los vehículos de dos ruedas.

Aseguró que no entiende cómo es posible que las administraciones no hayan hecho nada cuando los estudios ya están realizados, las homologaciones puestas al día y los materiales disponibles.

Josu criticó a la Administración por no poner remedio a los peligros que suponen para los motoristas los guardarrailes, las señales verticales rígidas, la pintura de señalización deslizante o las grietas de las carreteras selladas con materiales deslizantes.