El Ayuntamiento de Zaragoza ha iniciado este jueves los trámites para crear una nueva ordenanza municipal que penalice el botellón, una medida con la que pretende poner fin a una de las actividades que favorecen la transmisión comunitaria del coronavirus entre los jóvenes.

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha anunciado a los medios esta nueva legislación que establecerá sanciones económicas por el consumo de alcohol en las calles, plazas y riberas de la capital aragonesa.

"Con el Covid en las calles, el botellón es incompatible", ha expresado el primer edil 'popular', quien ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que deje de realizar este tipo de concentraciones sociales.

Azcón ha explicado que la ordenanza no entrará en vigor hasta dentro de un tiempo aproximado de dos meses y ha adelantado que las multas podrán reemplazarse, en algunas ocasiones, por trabajos para la comunidad. "Es importante que esas sanciones se puedan sustituir por penas en las que se enseñe a los jóvenes el daño que el botellón puede producir en la ciudad", ha indicado.

A pesar de que la normativa tardará varias semanas en ser oficial, el alcalde ha recordado que durante los próximos días continuarán en marcha los dispositivos especiales de la Policía Local y Nacional para perseguir el botellón en la capital aragonesa.

Azcón ha calificado como "preocupantes" los datos de contagios que presenta actualmente la ciudad y ha reconocido que "una parte importante de los rebrotes se están dando entre la gente joven y esos rebrotes tienen que ver en muchas ocasiones con el ocio".

Sin embargo, el primer edil ha rechazado que se vaya a decretar una reducción en los horarios de uso de las terrazas de los bares, una iniciativa que han adoptado otras comunidades como Navarra para frenar la expansión de la Covid-19.