La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, ha defendido este lunes desde Bélgica que España ha "aprendido la lección" de la importancia de tomar medidas a tiempo frente al coronavirus, por lo que ha considerado que la situación epidemiológica ahora está controlada y es un destino "seguro" para los turistas que decidan viajar este verano al país.

"España es un país seguro, que ha sabido tomar medidas a tiempo que han permitido el desconfinamiento de la población, que ha aprendido la lección y ha tomado medidas", ha expresado González Laya, al ser preguntada por la situación en España durante una entrevista a la cadena pública belga RTBF.

La jefa de la diplomacia española ha incidido en que mientras no haya una vacuna o tratamientos efectivos "hay que ser prudentes", pero que, en cualquier caso, "España sigue siendo seguro", sigue los protocolos sanitarios y defiende las medidas barrera como higiene, la mascarilla en espacios públicos y la distancia social.

González Laya, que ha viajado a Bruselas para participar en la primera reunión presencial de los ministros europeos de Exteriores desde la llegada de la pandemia a Europa, ha querido subrayar que el hecho de que España haya abierto sus fronteras a los turistas del resto de socios de la UE y sea considerado un destino seguro por las autoridades belgas es resultado de datos epidemiológicos y no de "juegos diplomáticos".

Desde la apertura de fronteras al resto de la UE, Bélgica ha permitido siempre los viajes a España, pero en las últimas fechas sus autoridades sugirieron que los turistas que regresaran tendrían que guardar una cuarentena voluntaria para evitar propagar el virus, especialmente si regresaban de zonas confinadas de nuevo.

Ello situó temporalmente a España en el nivel naranja en la escala del Ministerio de Exteriores belga para advertir de que en zonas de Lleida y Lugo la población había sido confinada de nuevo, aunque no había restricciones de viaje.

Finalmente, Bélgica ha rediseñado sus recomendaciones de viaje para ofrecer tanto información sobre la situación en destino como las consecuencias para los turistas a la vuelta y España se encuentra entre los países de la categoría 'verde', que implica viajes sin restricciones.

La clasificación, sin embargo, aclara que las comarcas de Segrià (Lleida) y de A Mariña (Lugo) se consideran zona 'roja' y, por tanto, quienes visitan esas zonas deberán someterse a una cuarentena obligatoria a su regreso a Bélgica.

Preguntada por esta situación, González Laya ha insistido en que se están registrando rebrotes en varios Estados miembro, no solo en España, y que lo importante es reaccionar a tiempo para contener la propagación, por lo que la reintroducción de medidas de confinamiento en zonas concretas es ya parte de "la nueva normalidad" en toda la UE. "Todo está controlado", ha remachado.

También ha explicado que a los turistas que lleguen a España se les realizará controles de temperatura en los aeropuertos y deberán completar un formulario con datos personales, para facilitar la trazabilidad del virus en caso de contagios.

En el caso de que el viajero presente una temperatura demasiado elevada, ha aclarado, se le "pedirá autoaislarse" para limitar el riesgo de contagio, una medida que la ministra ha subrayado que forma parte de las "normales en toda Europa".

"Hemos decidido abrir las fronteras y lo hemos hecho cuando nos hemos sentido seguros y hemos sentido que podíamos acoger a los turistas con seguridad", ha concluido la ministra.

Por otro lado, González Laya también se ha referido al Consejo europeo que el próximo viernes reunirá a los líderes de la UE en Bruselas para tratar de lograr un acuerdo sobre el plan de recuperación y el presupuesto europeo de los próximos siete años, que hasta ahora divide a los Veintisiete.

La ministra ha considerado "imperativo" lograr un acuerdo esta semana durante la cumbre, porque "está en juego" la situación económica de toda Europa y no solo de los países más golpeados por la pandemia como son España o Italia. A los socios más reticentes al plan de recuperación, como Países Bajos, la ministra les ha pedido entender que no se trata de un ejercicio de "caridad", sino de la respuesta de Europa a un problema común, porque es necesario un plan "masivo de inversiones" por el bien común.