El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha hecho un movimiento para hacerse con la marca de JxCat, registrada en 2018 por el PDeCAT, que ha avisado de que no puede realizar esta operación y que emprenderá las acciones "que haga falta".

En las últimas horas ha habido un cambio en el registro de partidos del Ministerio de Interior y ahora aparece como presidente de la formación Junts per Catalunya el alcalde de Balenyà (Barcelona), Carles Valls, próximo a Puigdemont, según ha avanzado Catalunya Ràdio y ha confirmado Efe.

También se ha modificado la dirección de la sede, que ahora es en la avenida Diagonal de la capital catalana.

Fuentes del PDeCAT consultadas por Efe han asegurado este viernes que disponen de documentos que indican que Puigdemont no puede hacer esta operación y avisan de que emprenderán "las acciones que haga falta" para revertir el proceso.

La operación se produce antes de que este próximo 25 de julio se constituya el nuevo partido de Puigdemont, sin haber alcanzado un acuerdo con la dirección del PDeCAT, el partido heredero de CDC.

Puigdemont y el PDeCAT polemizan desde hace meses por la siglas de JxCat, por el encaje del Partit Demòcrata y por el enfoque ideológico en cuanto al "procés" y al eje izquierda-derecha.

En 2018, el Partit Demòcrata que dirigía dirigido entonces la hoy secretaria general del Partit Nacionalista de Catalunya (PNC), Marta Pascal, inscribió a JxCat en el registro de partidos del Ministerio del Interior.

Lo registró a nombre de tres personas, todas ellas militantes del PDeCAT, entre las cuales figuraba como presidenta Laia Canet Sarri, consejera municipal del Partit Demòcrata en el distrito del Eixample de Barcelona.

El entorno de Puigdemont ha maniobrado a través de un grupo de abogados para sustituir esas tres personas y poner de presidente a Carles Valls, sin la autorización de la dirección del PDeCAT.

Desde que se consumó la ruptura entre el entorno de Puigdemont y el PDeCAT, la dirección del Partit Demòcrata, capitaneada por David Bonvehí, ha insistido en que no se puede usar la marca de JxCat sin su autorización.

Fuentes del PDeCAT consultadas por Efe han señalado en este sentido que van a averiguar lo que ha sucedido, pero están convencidos de que Puigdemont no puede hacer esta operación, así que están dispuestos a emprender "las acciones que haga falta".

Si ya era complicado reparar la fractura después de que Puigdemont anunciara que fundará su partido sin esperar al PDeCAT, el movimiento para quedarse con la marca de JxCat todavía hace más improbable un acuerdo de última hora.