La dirección del Grupo Popular en el Congreso ha dejado sin sanción al secretario cuarto de la Mesa de la Cámara, Adolfo Suárez Illana, pese a haberse saltado la disciplina de voto el pasado 11 de junio al rechazar una iniciativa que reclamaba la retirada de sus medallas al expolicía franquista Antonio González Pacheco, alias 'Billy el Niño'.

El PP se abstuvo en aquella votación pero el hijo del primer presidente del Gobierno en la Transición, Adolfo Suárez, optó por apretar el botón del 'no' porque, a su juicio, la iniciativa presentada por el PSOE y Unidas Podemos buscaba "hacer saltar la Constitución" y "destruir la convivencia entre españoles".

Según han informado a Europa Press fuentes del Grupo Popular, su portavoz, Cayetana Álvarez de Toledo, no era partidaria de sancionar a su compañero. En este contexto, el secretario general del grupo, Guillermo Mariscal, que reglamentariamente habría sido, en su caso, el encargado de tramitar el expediente, no ha ordenado la imposición de multa alguna.

Álvarez de Toledo siempre ha defendido la libertad de voto para asuntos de "conciencia" como el aborto, la eutanasia, el matrimonio homosexual y la gestación subrogada, si bien en la dirección del Grupo Popular admiten que el caso de Suárez Illana no responde a ese marco dada la naturaleza de la proposición no de ley que provocó la indisciplina.

En concreto, el texto que aprobó el Congreso insta al Gobierno a despojar de sus medallas, ya a título póstumo, a quienes como 'Billy el Niño' realizaran actos incompatibles con los Derechos Humanos, así como a invalidar las distinciones y títulos honoríficos que se concedieron a los adeptos al régimen y a realizar un catálogo de los títulos nobiliarios concedidos a estas personas entre 1948 y 1978.

A otros sí les castigaron

"Comprenderán que personalmente no puedo avalar un atropello semejante, una trampa de estas características y con una capacidad destructiva de la escasa concordia que lamentablemente nos queda ya en España", argumentó Suárez Illana, quien acusó "algunos de los impulsores" de la iniciativa de llevar décadas "buscando resolver los problemas" a "través de la aniquilación del contrario" y no mediante el diálogo que consagra la Constitución.

La decisión de la dirección del Grupo Popular de no multar a Suárez Illana contrasta con la que tuvo en otras legislaturas y con otros portavoces, épocas en las que la entonces cúpula parlamentaria del PP sí castigó a los diputados que se desmarcaron de la postura oficial en votaciones sobre en diversos temas como el aborto, los matrimonios entre personas del mismo sexo o el Plan Hidrológico Nacional.