El coronavirus sigue activo, y las autoridades sanitarias de cada comunidad autónoma controlan la decena de brotes que salpican la geografía nacional con rastreos de contactos y aislamientos selectivos, de Lleida a Málaga y de Huesca a Valladolid. Y es que el virus «sigue ahí y puede volver a golpearnos», según advirtió ayer en el Congreso el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que avanzó que el Plan de Preparación y Respuesta frente a una segunda oleada de la covid-19 se podría aprobar en las «próximas semanas».
El plan propone indicadores específicos para evaluar la transmisión de la enfermedad y las capacidades de la asistencia sanitaria y de salud pública, asignando un nivel de riesgo bajo, medio o alto a cada unidad territorial; también incluirá una reserva estratégica de materiales y medicamentos, de manera que se pueda afrontar una nueva oleada, si llega, «en las mejores condiciones posibles» porque, según Illa, «el riesgo cero es imposible».
Paralelamente, varios de los gobiernos autonómicos afectados por los distintos brotes lanzaron ayer mensajes de tranquilidad. Es «técnicamente imposible que no existan contagios» cuando hay movilidad en toda España y a nivel internacional, pero los sistemas funcionan, defendió el presidente andaluz, Juanma Moreno, quien se mostró tranquilas ante los tres focos localizados en los últimos días en Granada, Algeciras (Cádiz) y Málaga, con unas cien personas en cuarentena.
Foco estabilizado en Aragón
Asimismo, el Gobierno de Aragón dio por «controlada» la situación en las comarcas de La Litera, Bajo Cinca y Cinca Medio (Huesca) y en la zaragozana de Bajo Aragón-Caspe, en las que se decidió aplicar las reglas de la fase 2 de la desescalada tras un brote originado en el pequeño municipio oscense de Zaidín, ligado a trabajadores inmigrantes de empresas hortifrutícolas. Los sindicatos advierten de que las precarias condiciones en las que viven los temporeros más vulnerables son un factor de riesgo para estos rebrotes.
El departamento de Salud catalán informó el martes del aislamiento de 42 personas en el Hotel Rambla de Lleida, la mayoría de ellos temporeros, con siete positivos; y de 24 contagios también entre temporeros en la granja escuela La Manreana de Juneda.
No cejan tampoco los casos en los centros de mayores, como el brote registrado en la residencia privada Castrillón de Lleida, donde se contabilizaban 13 residentes y cinco trabajadores positivos. Por su parte, Castilla y León también considera controlado el brote detectado en el Hospital Río Hortega, aunque siguen goteando los positivos. Igualmente, Extremadura llamó a la calma ante los 16 casos detectados en un «agrupamiento de convivientes», todos ellos leves y que permanecen aislados en dos domicilios.
En el País Vasco se informó ayer de un nuevo foco localizado en la localidad guipuzcoana de Orio, mientras en Galicia y Murcia se sigue de cerca los dos casos importados de Brasil y Bolivia respectivamente. En el segundo caso, ayer se detectaron dos nuevos positivos, hasta sumar un total de 19.
