El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha desvinculado el cese del coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid, Diego Pérez de los Cobos, del informe sobre las manifestaciones del 8M que el instituto armado remitió a un juzgado.

Así lo ha asegurado Marlaska en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha indicado que ese cese es "únicamente debido" a una "política razonable y normal de reconstrucción de nuevos equipos y dentro del ámbito de máxima confianza que todo dirigente político plantea".

Marlaska ha dado cuenta también de la sustitución del número dos de la Guardia Civil, Laurentino Ceña, que se había jubilado ya pero que continuó en su cargo por la pandemia del coronavirus y cuyo puesto ocupará el general de división Pablo Salas, hasta ahora máximo responsable del Servicio de Información del instituto armado.

Aunque en un principio no estaba prevista su comparecencia, Moncloa ha remitido un segundo correo a los medios de comunicación para incluir a Marlaska entre los ministros que este martes darían cuenta de los acuerdos del Consejo.

Ha informado, así, del pago del último tramo de la equiparación salarial a los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, pero, como era de esperar, ha tenido que responder a las preguntas sobre el cese de De los Cobos y la renuncia de Ceña.

Y es que a media mañana, los medios de comunicación daban cuenta de que Ceña, el número dos de la Guardia Civil, pedía al ministro dejar el cargo por discrepancias con el cese de De los Cobos, el jefe del equipo que había entregado al juzgado un informe en que se decía que el Gobierno conocía ya el 8M de la gravedad de la pandemia.

Pero Marlaska ha desvinculado totalmente ese cese con el informe y ha negado cualquier tipo de injerencia en la labor de la Guardia Civil como Policía Judicial.

De este modo, ha sido tajante y ha dicho que con más de 30 años de juez, sabe cuál es la competencia de un ministro y de un magistrado y los conocimientos que tienen que tener uno y otro. Y ha enfatizado: "La palabra injerencia no la conjugaré nunca".

Con esta frase ha salido al paso de las críticas de las asociaciones profesionales del instituto armado y de los partidos políticos, que han visto precisamente en el cese del coronel jefe de Madrid una "injerencia".

Marlaska se ha afanado en explicar lo motivos, tanto de esta destitución como de la renuncia del director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, Ceña. Todo, según él, se ha producido en el marco del "nuevo impulso" que se ha querido dar la organigrama de Interior y que ya pudo constatarse con el nombramiento de María Gámez como directora de la Guardia Civil, la primera mujer en ese puesto.

Y ha ido más allá, porque en ese impulso por la renovación con cargos de confianza ha enmarcado la destitución de Ana Botella como secretaria de Estado de Seguridad, también en enero pasado.

De las palabras del ministro se deduce que quería hacer más cambios, pero la pandemia del coronavirus los paralizó y ahora, con la desescalada ya en marcha, Marlaska ha creído oportuno retomarlos.

Al menos así lo ha trasladado en las respuestas a las reiteradas preguntas que le han hecho sobre el asunto. "Una nueva época, un nuevo momento", ha zanjado no sin antes valorar la trayectoria de los dos mandos depuestos.

Respecto a Ceña, ha recordado que el 13 de mayo pasaba al retiro, pero que se extendía su cargo hasta el 2 de junio por la pandemia, aunque Marlaska ya tenía claro desde enero que no iba a formar parte del nuevo equipo y se estaba trabajando en su relevo.

"No se trata de perder la confianza o no, sino de rodearse de personas que entendemos de mayor confianza para la máxima dirección", ha apostillado.

Por último, le han preguntado por los manifestaciones del Día de la Mujer y el riesgo que podían conllevar de contagios de la Covid-19 y, como en otras ocasiones, ha señalado que ese día hubo más eventos con "mucha gente", como partidos de fútbol o actos políticos, en alusión al de Vox.

"Me entristece que se focalice todo en el 8M, el iceberg de las políticas de igualdad", ha subrayado.

Subida del sueldo de Policía Nacional y Guardia Civil

Además, el Consejo de Ministros ha dado luz verde al Ministerio del Interior para pagar el tercer y último tramo del proceso de equiparación salarial de los policías nacionales y guardias civiles con los miembros de las policías autonómicas, lo que supondrá un desembolso de 247 millones de euros.

Marlaska ha anunciado este decisión y ha desvinculado acuerdo sobre la equiparación salarial conla polémica. Así ha asegurado que era un compromiso del Gobierno, se ha negociado con distintos Ministerios y el asunto se abordó en la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios, que el pasado jueves preparó el Consejo de Ministros.

En un primer momento no estaba previsto que Marlaska participara en la rueda de prensa, y el ministro ha señalado que su intención era cumplir el acuerdo "sin hacer alharacas", mientras que la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha apuntado al compromiso del Gobierno de "rendir cuentas y ser transparentes".

El acuerdo del Consejo, ha explicado Marlaska, permite completar el acuerdo para la equiparación salarial alcanzado en 2018 con sindicatos y asociaciones de la guardia civil y de la policía nacional, cuyos miembros verán finalmente incrementadas sus nóminas un 20 % respecto a los salarios que percibían antes del pacto.

Tras hacerse efectivos los dos primeros tramos en 2018 y en 2019, con los 247 millones de euros habilitados el proceso alcanza los 807 millones euros fijados en el acuerdo inicial.

El reparto del nuevo tramo se hará efectivo en los próximos meses en las nóminas de los agentes, pero con efectos retroactivos a 1 de enero de este año.

Según ha apuntado Marlaska, los agentes no han pedido este tercer tramo por "su coherencia y solidaridad" en estos meses "difíciles y complejos", pero el Gobierno era consciente de la necesidad de hacer "un esfuerzo complementario" para ejecutar el compromiso alcanzado en 2018 con unas fuerzas de seguridad, cuyo trabajo y profesionalidad reconoce la sociedad.

Montero ha incidido en este punto al recordar que se adopta este acuerdo con unos presupuestos prorrogados y sin que en las cuentas diseñadas por el ministro Cristóbal Montoro hubiera una consignación presupuestaria para la equiparación.