La Brigada de Información del Cuerpo Nacional de Policía detuvo el martes de madrugada a un joven de 22 años y de origen español por, supuestamente, emplear las redes sociales para adoctrinar y amenazar a la población cristiana con mensajes a favor de la yihad. Tiene antecedentes policiales similares, aunque de la Guardia Civil.

La operación desplegada por orden del titular del Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz fue muy discreta. De hecho la hora elegida fue las 05.00 de la madrugada, momento en el que accedieron los agentes a la vivienda en la que reside el detenido, identificado como D. P. L., en la calle Padre Manjón, en el barrio Delicias de Zaragoza. Los agentes intervinieron sus ordenadores y demás material informático que será analizado por los investigadores.

Por la tarde, tras declarar en dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, los agentes decidieron ponerle en libertad, si bien en los próximos días va a ser citado a declarar en calidad de imputado ante Pedraz, tal y como le advirtieron al joven de 22 años y a su abogado defensor, José María Ayala.

Previamente, este letrado solicitó una valoración de los forenses puesto que tiene reconocido un 50% de discapacidad. Una circunstancia que para la especialista del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) no le exime en su imputabilidad, puesto que es capaz de valorar sus acciones.

Redes sociales

Los mensajes investigados hasta el momento por los especialistas en Información de la Policía Nacional habrían sido difundidos en las redes sociales, especialmente, a través de Facebook. El sospechoso aseguró ante los agentes, según fuentes consultadas por El Periódico de Aragón, que dejó de difundir propaganda yihadista en septiembre del 2019.

El sigilo profesional de los policías hizo que este martes los vecinos del edificio en el que vive el sospechoso reconocieran que no se habían enterado de nada. "No han tirado ni la puerta abajo", señaló uno de los residentes, mientras que otro comentaba que "habrán aprovechado cuando su padre se iba de casa". Todos reconocían sentirse extrañados, a la vez que incómodos con la detención.

En el 2016 el Daesh o Estado Islámico (EI) hizo público un mapa en el que aparecen en negro -color de su bandera- los territorios que planean unificar en el futuro en su califato y en el que se incluía Portugal y España.