El suceso tuvo lugar sobre las 03.30 horas cuando fue atacado mediante un artefacto incendiario -cuya composición analiza la Policía Nacional- el cajero que el BBVA tiene en la intersección de las calles Villafranca con San Cristóbal.

Como consecuencia de la deflagración del artefacto, que al menos contenía petardos y líquido inflamable, el cajero quedó inutilizado, según las mismas fuentes.

Al respecto, la Delegación del Gobierno en Navarra mostró su "rotunda condena", además de mostrar su "solidaridad" con la entidad bancaria atacada.

A su entender "se trata de un nuevo acto de violencia callejera, antidemocrático, incívico y estéril a los efectos de amedentrar y coaccionar a las instituciones", así como a los agentes "económicos, políticos y sociales".

Según las mismas fuentes, el Cuerpo Nacional de Policía instruye las diligencias y las gestiones para esclarecer el paradero de los autores de este "execrable hecho".