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Radiografía nacional

Inocencio Arias: "España está demasiado polarizada"

El exdiplomático, que ha formado parte de los gobiernos de Suárez, Aznar y González, hace un análisis de España en su último libro, 'Con pajarita y sin tapujos'

Chencho Arias y su inconfundible pajarita.

El Real Madrid y el cava se han convertido dos placeres de los que ha hecho bandera allá por donde ha viajado en sus más de 50 años como diplomático, pero ya jubilado, ha dejado atrás la equidistancia que se requiere en dicha posición, que le hizo ocupar cargos como el de presidente del Comité Mundial contra el Terrorismo, portavoz de Exteriores con los gobiernos de UCD, PSOE y PP, secretario de Estado con el ejecutivo de Felipe González y embajador de la ONU con el de Aznar.

En su último libro, 'Con pajarita y sin tapujos', Inocencio Arias, alias Chencho, hace su propio análisis del mundo, con un particular repaso por los problemas más candentes de la actualidad, criticando la "superioridad moral de la izquierda" o "el mutis del rey Juan Carlos". Hace un traje para todos, advierte. A punto de cumplir los ochenta, este almeriense nacido en Albox, se presenta a la entrevista con una pajarita de cuadros, pues la de la bandera de España que luce en la portada de su nuevo libro se la reserva únicamente "para las ocasiones especiales", explica cortés, mientras espera a que se enfríe el té verde que reposa sobre la mesa.

"Cuando critico a la izquierda mucha gente de izquierdas lo primero que piensa es que me he vuelto muy de derechas"

-¿Se puede ser políticamente incorrecto siendo diplomático?

-No se debe, pero se puede. Aunque si eres diplomático en activo y eres políticamente incorrecto, te puedes cargar tu carrera. En el primer capítulo del libro me río a carcajadas de la superioridad moral de la izquierda, pero si estuviera en activo no podría hacerlo, porque para mucha gente sería brutalmente incorrecto, pero claro, estoy jubilado y ahora mismo, sin decir barbaridades ni insultar, puedo decir cosas que para mí son grandes verdades aunque molesten a algunos.

-¿Le han tachado de 'fascista' en alguna ocasión?

-'Fascista' todavía no, pero en algunos casos 'reaccionario', que casi es mayor que fascista... pero en fin, me resbala bastante. España está demasiado polarizada. Y cuando critico a la izquierda mucha gente de izquierdas lo primero que piensa es que me he vuelto muy de derechas, pero no reflexionan sobre si he dicho verdades o no. He dicho, por ejemplo, que el fraude de los ERES es más gordo que la Gürtel y es así, lo ve un ciego.

-Tiene un capítulo que se titula 'mutis del Rey', en alusión al rey Juan Carlos. ¿Qué opina de su sucesor, el rey Felipe?

-Está muy preparado y he viajado con él varias veces.

-¿Cómo ve el futuro de la monarquía en España?

-Bueno, existe en los países más desarrollados del mundo, como Suecia, Noruega, Gran Bretaña, u Holanda. Creo que en España no va a correr peligro porque la monarquía está ampliamente aceptada y es vista con considerable simpatía. Aunque ese cariño que existe no es excesivamente profundo, sí está extendido en un alto porcentaje de la población, un 75-80%, lo cual es un porcentaje enorme.

-¿Cree entonces que llegaremos a ver a doña Leonor ocupando el trono?

-Sí, yo creo que sí. La monarquía continuará porque aunque para los separatistas, el rey ha metido la pata, en realidad no es así porque en su discurso tenía que decir que España tiene una Constitución que dice que España es una (da un golpe sobre la mesa).

La Constitución, a examen

-¿Cree que debe ser reformada la Constitución?

-Creo que pensar que hay que reformarla es muy sensato. Hasta yo, que no soy muy partidario de reformar, puedo pensar en dos o tres cosas que habría que retocar.

-¿Por ejemplo?

-Sería necesario hacer una reforma del Senado, para hacerlo una cámara más eficaz y más territorial. O, por ejemplo, derogar la ley sálica que prohíbe a la mujer ser heredera del trono. ¡Eso es una sandez y hay que cambiarlo!

-¿Y nada más?

-Bueno... Hay que ver lo que hay que reformar, pero no decir esto es una antigualla. Ese argumento que dan ciertos sectores de la izquierda, podemitas y separatistas, de que como se aprobó hace cuarenta años muchos de los españoles de ahora no la han podido aprobar... Claro, y ¡ningún americano y muy pocos franceses, que tiene 20 años más que la nuestra, aprobaron sus constituciones! En Cataluña, por ejemplo, la Constitución fue votada por el 90,5% de la población.

-¿Cómo vive el problema catalán?

-Con pesar y con disgusto porque yo me he pasado 44 años defendiendo a España y la unidad de España y resulta que tenemos un asunto bastante gordo porque no son 2.000 locos los que están pidiendo la independencia, sino que los siguen varios centenares de miles. Además, creen a pie juntillas todas las falsedades que les han vendido e inculcado a lo largo de los últimos veinte años aludiendo a que España les humilla, les miente, les roba y les asfixia culturalmente. Eso es mentira.

"Pedro Sánchez va a hacer concesiones en el conflicto catalán que van a ser peligrosas para la unidad de España"

-¿Cree que va a costar restablecer la convivencia entre unos y otros?

-Es un conflicto que está enconado y Pedro Sánchez no lo va a solucionar. Va a hacer concesiones en el conflicto catalán que van a ser peligrosas para el futuro de la unidad de España. El actual presidente en funciones tiene pocos escrúpulos.

-¿Con cuál de los presidentes que han pasado por la democracia española se quedaría?

-He estado en muchos gobiernos: con Felipe González, con Suárez y con Aznar. Suárez, al ser el primero y estar muerto, está muy mitificado, pero hizo una labor ímproba, que fue darle la vuelta al calcetín y traer la democracia con el rey. Era muy buen tipo y en las distancias cortas era insuperable. También trabajé muy a gusto con Felipe González. Tenía sentido de Estado.

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