Los negociadores del PSOE y ERC han comenzado pasadas las 17.00 horas de esta tarde la reunión prevista para explorar un acuerdo que permita a los 13 diputados independentistas abstenerse en la investidura de Pedro Sánchez, lo que garantizaría que ésta prosperase en segunda votación, donde tan sólo se necesitan más votos a favor que en contra.

A diferencia de encuentros anteriores, en esta ocasión la reunión es entre delegaciones más amplias (tres personas por cada partido y no dos) y tiene lugar en dependencias institucionales del edificio Ampliación 3 del Congreso de los Diputados y no en las salas de trabajo reservadas al Grupo Parlamentario Socialista.

La comisión negociadora del PSOE la componen los números dos y tres del partido, Adriana Lastra y José Luis Ábalos, y el secretario de Organización del PSC, Salvador Illa. ERC está representada por el diputado Gabriel Rufián; la portavoz y secretaria general adjunta, Marta Vilalta, y el diputado en el Parlament, Josep María Jové, imputado por su presunto papel en la organización del reférendum del 1-O.

Antes de sentarse en torno a la mesa, las dos delegaciones han posado unos minutos ante la prensa gráfica sin hablar entre ellos. Sólo ante la petición de una fotógrafa para que se estrechasen la mano, Lastra y Rufián, que estaban uno al lado del otro como jefes de delegación se han dado la mano.

Cuando los periodistas han abandonado la sala, han tomado asiento. Lastra y Rufián ocupando como jefes de delegación las sillas centrales. Ábalos, a la izquierda de Lastra, tiene enfrente a Vilalta, mientras que Illa tiene a Jové.

En el Partido Socialista se encara el encuentro con relativo optimismo y, aunque en los últimos días reinaba el escepticismo respecto a poder formar gobierno antes de Navidad, no se tira la toalla ante la posibilidad de conseguir un acuerdo que permita comenzar el año con un nuevo Ejecutivo en plenitud de funciones. Los socialistas no tienen previsto informar en rueda de prensa al término de la reunión, pero sí enviarán un comunicado.

Las exigencias de ERC

Para facilitar la investidura de Sánchez con la abstención de sus 13 diputados, ERC exige el establecimiento de una mesa de negociación entre el Gobierno español y el Govern catalán, de igual a igual, sobre el "conflicto" existente con el Estado.

El PSOE está abierto al diálogo entre los dos gobiernos, pero lo circunscribe a la existente Comisión bilateral Estado-Generalitat prevista en el Estatut y que Sánchez reactivó tras llegar a La Moncloa vía moción de censura.

Los socialistas no rechazan la idea, que aceptaron en febrero pasado en el marco de las negociaciones para aprobar unos nuevos Presupuestos, frustradas finalmente por la actitud de ERC, de establecer una mesa de partidos para explorar posibles soluciones al conflicto con el independentismo catalán.

El Gobierno ve positivo mantener este doble nivel de interlocución --por un lado entre Gobiernos, y por el otro entre partidos-- tal y como se estableció en la polémica Declaración de Pedralbes firmada por el Ejecutivo y el Govern tras la reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra en diciembre del año pasado.

Desde las elecciones del pasado 10 de noviembre, el Ejecutivo de Sánchez ha ido modificando su discurso para acercarse paulatinamente al lenguaje empleado por ERC. Así, de describir la situación en Cataluña como una "crisis de convivencia" durante la precampaña y la campaña, inmeditamente después de los comicios Sánchez ya hablaba de "crisis política" en Cataluña y este jueves Ábalos reconocía la existencia de un "conflicto político" sin llegar a aclarar si el PSOE estaría dispuesto a plasmar esta descripción en un documento.