Una cadena humana formada por decenas de personas, en su mayoría de mediana edad, impide que manifestantes puedan acercarse al cordón policial instalado al comienzo de la Via Laietana de Barcelona, donde se encuentra la Jefatura Superior de Policía y donde el viernes se produjeron violentos incidentes.

Este "cortafuegos" impide que personas que han asistido a la manifestación convocada por los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) y movimientos de la izquierda independentista para pedir la dimisión del conseller de Interior, Miquel Buch, puedan acercarse a los policías que impiden el tránsito por la Via Laietana.

Un portavoz de las personas que formaban la cadena humana, el diputado de ERC en el Parlament Jose Rodríguez, ha pedido a los concentrados poner fin a la manifestación, pero muchos de los presentes han decidido permanecer en el lugar y gritan eslóganes como "fuera las fuerzas de ocupación".

También la CUP, una de las organizaciones convocantes de la manifestación, ha desconvocado a través de twitter la concentración, pero igualmente muchos de los participantes han decidido continuar la protesta frente a la sede del TSJC, de momento de manera pacífica.

Tensa calma

Tras casi cuatro horas y media de tensión contenida, algunos manifestantes han incendiado una barricada en los alrededores de la plaza Urquinaona, donde la Policía Nacional ha advertido de una posible intervención inminente, ante lo que algunos de los concentrados llaman a la calma.

La Policía Nacional ha emitido varios mensajes por megafonía en la Via Laietana para exigir que cese el lanzamiento de objetos por parte de algunos concentrados, con la advertencia de que, si no es así, podría haber una carga inminente, en una jornada en la que hasta el momento no ha habido incidentes.

Algunos manifestantes han levantado e incendiado una barricada en la calle Ausiàs March, lo que ha contribuido a aumentar la tensión en la plaza Urquinaona, donde por la tarde se ha iniciado una manifestación de los autodenominados Comitès de Defensa de la República (CDR), con el apoyo y participación de la CUP, para pedir la dimisión del conseller de Interior, Miquel Buch.

Además, algunos de los manifestantes parapetados detrás de la barricada incendiada han arrojado piedras contra la línea policial.

Cordón de separación entre manifestantes y policías

Miquel Buch pide a los manifestantes que colaboren en el aislamiento de los violentos

Miquel Buch pide a los manifestantes que colaboren en el aislamiento de los violentos

El conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, ha explicado que en la manifestación de este sábado por la noche en Barcelona hay "un cordón de separación entre los manifestantes y los cuerpos policiales" que forman cordón policial -como el viernes ya se hizo en Lleida por iniciativa ciudadana-. En rueda de prensa en la Conselleria --sede del equipo de coordinación policial de los disturbios tras la sentencia del 1-O-, ha dicho que son "ciudadanos que reclaman la no violencia y los no enfrentamientos" para evitar conflictos. Pero les ha pedido que, si empezara algún disturbio, entonces "se aparten para garantizar su integridad física". Y ha afirmado que no pretende que sea la gente la que haga lo que debe hacer la policía: "Es un sistema de aislar a los violentos, pero no estamos diciendo a la ciudadanía que hagan el trabajo".

En cuanto a los disturbios de esta semana, ha reiterado que el perfil es de "colectivos antisistema violentos" y no de una ideología concreta, sino que puede haber varias ideologías entre ellos, además de que son "una absoluta minoría" de la sociedad, por lo ha defendido aislarlos.

Ha vuelto a lamentar que haya heridos en general en los disturbios, y en particular que haya periodistas que han cubierto altercados.

La Policía dispersa a los concentrados

Los Mossos d'Esquadra están controlando los accesos a la plaza de Urquinaona ante una nueva protesta convocada por los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), después de cuatro noches violentas en las calles de Barcelona.

Además de esta convocatoria, diversas entidades han realizado otro llamamiento en el mismo espacio para crear un "cordón humano" con el fin de garantizar el derecho a la manifestación "pacífica" ante la "represión y la dureza de las actuaciones policiales".

Los Mossos d'Esquadra han establecido controles en los acceso a Urquinaona y en la misma plaza, registrando las mochilas de los que se encuentran en este espacio a la búsqueda de objetos potencialmente peligrosos.

Los concentrados entonan proclamas como "somos gente de paz" y "fuera las fuerzas de ocupación", sin que se hayan producido incidentes de momento.

Por seguridad, los accesos a la parada de metro de Urquinaona se han cerrado.

La cercana calle de Via Laietana, escenario ayer de los primeros incidentes, de momento está calmada y en la Jefatura Superior de Policía hay un pequeño grupo, con banderas españolas, aplaudiendo cuando salen furgonetas del cuerpo policial.