El Gobierno asume la decisión del Tribunal Supremo de suspender por el momento la exhumación de Francisco Franco, pero está convencido de que al final desestimará el recurso de la familia y acabará permitiendo el traslado de los restos del dictador.

Así lo consideran fuentes del Ejecutivo tras conocerse el acuerdo del Supremo de suspender los planes del Gobierno de exhumar los restos de Franco el próximo lunes 10 de junio, como acordó el Consejo de Ministros el pasado mes de marzo.

Según ha informado el Alto Tribunal, el principal argumento de la sección cuarta de lo Contencioso-Administrativo para acceder a las medidas cautelares solicitadas por los nietos del dictador es la de "evitar el perjuicio" que de otra manera se causaría tanto a los recurrentes como "a los intereses públicos encarnados en el Estado y en sus instituciones constitucionales".

Desde Moncloa se subraya que esta suspensión cautelar implica que el Gobierno pospondrá la ejecución de la exhumación "hasta que en los próximos meses se dicte sentencia sobre el fondo del asunto".

El Ejecutivo reconoce que "no es extraño" que el Tribunal Supremo suspenda la ejecución de una decisión cuya legalidad tiene que revisar a instancia de una de las partes.

Pero recalca que "obviamente, la suspensión cautelar no indica nada sobre el fondo del asunto".

Y las fuentes añaden que, de hecho, el Gobierno está convencido de que el Tribunal Supremo desestimará este recurso, como ha venido haciendo hasta ahora con todos los recursos planteados por la familia Franco.