La Policía ha detenido en Barcelona a un presunto yihadista "extremadamente violento" que en los últimos meses había comenzado a radicalizarse de forma preocupante en el salafismo extremo y estaba ligado a la célula que se dedicaba a captar reclusos en prisiones españolas.

Fuentes de la lucha antiterrorista han informado a Efe de la detención este miércoles de K.R., cuyo papel era el de contacto en el exterior de la célula, encargado de adquirir armas de guerra y munición.

Una vez que se produjeron las detenciones el pasado mes de febrero, se mantuvo oculto en diversos pisos francos de Francia y de Cataluña. Este miércoles fue detenido en una calle de Barcelona tras meses de pesquisas, de seguimiento y de numerosas gestiones.

La detención la practicaron agentes de la Brigada de Información de la Policía de Madrid desplazados en un operativo policial en el participaron agentes de Información de Barcelona, con apoyo de la Guardia Urbana.

Estaba relacionado con la célula que cayó en febrero en la operación Kafig, dirigida también por la Audiencia Nacional y en la que fueron detenidas ocho personas, cinco de ellas por integración en la organización terrorista Daésh.

Según los investigadores, se dedicaban a reclutar a presos con problemas psicológicos y sin recursos para que, una vez recobrada la libertad, ejecutaran atentados terroristas con armas de guerra en Madrid y Barcelona en nombre de la Yihad y a cambio de importantes sumas de dinero.

Los otros tres detenidos colaboraban supuestamente con ellos, incluido un funcionario de Prisiones que trabajaba para el líder de la célula yihadista.