El expresidente de CaixaBank Isidro Fainé ha explicado este miércoles ante la Audiencia Nacional que la entidad catalana accedió a invertir 100 millones de euros en acciones de la salida a Bolsa de Bankia tras recibir la llamada del Banco de España, con la "buena fe y la buena voluntad" de que la operación iba a ser exitosa.

Fainé, que presidió La Caixa entre 2007 y 2016 -ya en ese momento, CaixaBank-, y actualmente es presidente de Criteria Caixa, de la Fundación Bancaria La Caixa y de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) ha comparecido como testigo en el juicio por el debut bursátil de Bankia, a petición de la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), que ejerce la acusación popular.

Su comparecencia ha girado en torno a los pormenores tanto de la inversión de La Caixa como de las reuniones informales convocadas por el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, con los cuatro presidentes de los principales bancos en la primavera de 2012 en los que se trataron las dudas sobre la situación de Bankia.

A preguntas de la CIC, Fainé ha relatado que su entidad empezó a analizar la posibilidad de acudir a la salida a Bolsa de Bankia de julio de 2011 tras recibir la llamada del exsubgobernador del Banco de España Javier Aríztegui, que le animó a hacerlo.

Si bien ha asegurado que entonces se vio como una operación interesante, ha recordado que él no era por entonces presidente ejecutivo ya que había un director general, Juan María Nin, que sí tenía tales poderes, por lo que la decisión última se adoptó en la Comisión Ejecutiva.

Tal como ha reconocido "hubo discusión y otros puntos de vista", como la del consejero Jordi Mercader, que manifestó que la participación en el salto al parqué era "claramente una operación de salvamento".

Sin embargo, se alcanzó el consenso y el banco catalán invirtió "una cantidad prudente", 100 millones de euros, dirigido "por los técnicos y con vocación de permanecer a largo plazo", al contrario que otras entidades que "se salieron al día siguiente".

A pesar de estas primeras alertas, ha continuado Fainé, La Caixa mantuvo su participación hasta ver "que ya no había solución", en 2012; en total, perdió "la mitad" de lo invertido.

La segunda parte de su intervención se ha centrado en los encuentros de mayo de 2012, pocos días antes del relevo en la presidencia de Bankia.

Se trataron de reuniones "rutinarias" con De Guindos y los presidentes de Bankia (Rodrigo Rato); Santander (Emilio Botín); BBVA (Francisco González) y el propio Fainé.

Según su versión, Botín y él se dedicaron a "escuchar" ya que "el diálogo estaba entre Paco González y Rodrigo Rato, con dos posiciones contrapuestas, las dos lógicas" sobre el volumen de provisiones que debía dotar Bankia tras el real decreto de febrero de ese año.

En total, 7.000 millones de euros que, según ha resaltado, al expresidente del BBVA le parecían insuficientes y a Rato, adecuados.

También de oyente se encontraba el ministro, que "escuchaba bastante", aunque en algún momento sí se pronunció sobre las provisiones, que estimaba escasas.

No obstante, Fainé ha puntualizado que nunca trataron el cese de Rato, que le comunicó personalmente su dimisión el 7 de mayo de 2012, apenas un día después de la última de esas reuniones.

Tras él le ha llegado el turno al expresidente de la Comisión de Control de La Caja de Canarias José Ramón Durán Alday, que se ha reafirmado en sus críticas sobre el proceso de integración que dio origen a BFA-Bankia, así como sobre el modelo contable seguido por las siete entidades -una de ellas, la insular- para el cierre de 2010.

Como hiciera antes en instrucción y en la Comisión del Congreso sobre el origen de la crisis financiera, Durán ha insistido en las "irregularidades" que arrastraba la caja canaria, cuyas cuentas fueron "retocadas" para arrojar beneficios entre 2008 y 2009, dos años antes de la integración.

Asimismo ha testificado Francisco Javier Priego Pérez, secretario general del Banco de España desde 2011, que se ha referido a los informes de los peritos cedidos por el organismo al juez instructor, muy críticos con la situación de BFA-Bankia en el momento de la salida a bolsa.

Priego ha explicado que estos técnicos desarrollan su labor a las órdenes del juez, y en ningún caso siguen instrucciones del Banco de España, por lo que "su pericial es personal, pero no es la opinión del regulador, ya que cada uno tiene su opinión".

La sección cuarta de la sala de lo Penal retomará el próximo lunes el juicio, en el que la Fiscalía Anticorrupción solicita entre cinco años y dos años y siete meses de cárcel para los antiguos administradores de Bankia, incluido Rato, por presunta estafa a inversores de la salida a Bolsa.

Petición que se eleva hasta los doce años de prisión, también por presunta falsedad contable, que achacan las acusaciones particulares y populares a una treintena de exdirectivos y al socio auditor.

Para el lunes están previstas las declaraciones del que fuera gobernador del Banco de España entre junio de 2012 y mayo de 2018, Luis María Linde, y del exsecretario del Consejo de Bankia, Miguel Crespo.