El pleno del Parlamento Europeo ha adoptado este jueves el acuerdo para reformar la política europea de visados de modo que los británicos queden exentos de este requisito en sus viajes a la UE tras el Brexit, una norma en la que a petición de España se introdujo una referencia a Gibraltar para definir el territorio como "colonia de la Corona británica".

Las negociaciones entre las instituciones europeas estuvieron durante más de un mes bloqueadas por la negativa del negociador jefe de la Eurocámara, el laborista británico Claude Moraes, a aceptar una definición que se salía del mandato que le habían dado los eurodiputados.

Los Veintisiete rechazaron durante cinco rondas de negociación cualquier formulación alternativa propuesta por el Parlamento Europeo, que tampoco aceptaba una redacción que incluyera la palabra colonia.

El Gobierno español puso en duda que un negociador británico pudiera defender los intereses europeos y, finalmente, los votos del Partido Popular Europeo y de los Socialistas y Demócratas forzaron el pasado lunes la sustitución de Moraes por otro eurodiputado, el socialista búlgaro Sergei Stanishev.

La Comisión de Libertades, Justicia e Interior (LIBE) levantó finalmente el miércoles el veto de sus negociadores a la redacción propuesta por España y respaldada por el Consejo y la Comisión Europea, lo que ha permitido al pleno de la Eurocámara confirmar el acuerdo este jueves.

A pesar de la polémica, la reforma ha salido adelante holgadamente en el pleno, al contar con 502 votos a favor, 81 en contra y 29 abstenciones.

Esto permitirá que la actualización de la lista de países terceros exentos de visados de corta duración incluya Reino Unido a tiempo para su aplicación inmediata a partir del próximo 12 de abril, si finalmente ese día se produce un Brexit abrupto sin acuerdo entre las partes sobre las condiciones del divorcio.

El reglamento de exención de visados permite que los nacionales de los países terceros que figuran en él puedan viajar a la Unión Europea sin el prerrequisito de un visado para estancias cortas, es decir de un máximo de 90 días durante un periodo de 180 días.

La modificación para que Reino Unido -y también Gibraltar- queden libres de visados es una medida de contingencia preparada de manera "unilateral" por el bloque comunitario, en el marco de los planes por sectores estratégicos que ha diseñado para mitigar los daños más graves de un Brexit caótico, si fracasan las negociaciones para un divorcio ordenado.

Sin embargo, la UE exigirá a Reino Unido "reciprocidad" en este trato privilegiado para que también los ciudadanos europeos puedan viajar a Reino Unido libres de visados en sus viajes cortos de negocios o por turismo.

De no ser así, la UE podrá tomar medidas para reintroducir la obligación de visados para los británicos que entren en suelo comunitario.