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Comicios municipales y generales

Famosos y elecciones: Bienvenidos a la era de la 'política pop'

La entrada de Pepu Hernández en el PSOE es el último episodio de una tendencia creciente entre los partidos, la de reclutar personalidades conocidas

Pepu Hernández, con Pedro Sánchez. EFE

La entrada del exseleccionador de baloncesto Pepu Hernández en el PSOE es el último movimiento dentro del cada vez frecuente 'mercado de fichajes' de los partidos políticos en el ámbito de personajes de gran popularidad social. Maniobras habituales en otros países, como Italia, pero tradicionalmente extrañas en nuestro país. No obstante, como destacan los analistas, España ya se está acostumbrando a vivir en los tiempos de la 'política pop', ligada a los paradigmas del espectáculo, y que puede resultar también decisiva en los inminentes procesos electorales.

En el pasado la participación se limitaba al mero apoyo electoral, en especial del mundo del cine y la música, pero en los tiempos ha crecido su papel dentro de la política activa, sobre todo entre ex deportistas

Si bien en el pasado han sido artistas del mundo del cine y la música los que más se han significado en términos políticos, con pronunciamientos en especial vinculados a partidos de izquierda - no obstante, aún se recuerda el apoyo de Norma Duval a José María Aznar - en los últimos años su relevo lo ha tomado el mundo del deporte. Pero ya no se limita al mero respaldo puntual, sino a tomar parte en política activa y a figurar en las distintas candidaturas.

Los ex atletas Marta Domínguez y Abel Antón fueron senadores por el PP, el campeón olímpico Fermín Cacho concejal socialista en Andújar, la judoca Isabel Fernández edil popular en Alicante... Ahora, además de Pepu Hernández, es destacable el caso de Javier Imbroda, también ex seleccionador nacional de baloncesto y ahora consejero de Deportes por Ciudadanos en la recién constituida Junta de Andalucía. De entre los últimos casos también han surgido patinazos, como el de la campeona olímpica de altura en los Juegos de Río 2016, Ruth Beitia (PP), que ha renunciado a encabezar la candidatura popular a la presidencia de Cantabria.

"No es un fenómeno nuevo. Los partidos han recurrido en el pasado a profesionales con éxito en ámbitos sectoriales y con un perfil técnico", dice Jordi Rodríguez, vicedecano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y experto en el análisis del marketing político. Rodríguez cita los casos del economista y ex presidente de Endesa, Manuel Pizarro, al que Rajoy fichó para el PP en 2008 como uno de sus principales asesores económicos, el del ex juez Baltasar Garzón en el Gobierno socialista en 1993 o el del ex militar Julio Rodríguez, secretario general de Podemos en la ciudad de Madrid.

Se trata de profesionales de la economía, el derecho y la defensa, a los que en la última década se han sumado personalidades del espectro del deporte y las artes escénicas, como el actor Toni Cantó y el humorista Felisuco, diputados en la actualidad por Ciudadanos. "Son gente muy conocida, que despiertan simpatías y muy transversales. Estamos en un momento de gran volatilidad del voto, con un gran porcentaje de indecisos y donde la identidad partidista está descendiendo. No sabemos qué porcentaje de voto pueden atraer estos 'outsiders' de la política, pero las próximas elecciones van a ser muy ajustadas y un escaño puede resolverse por pocos votos de diferencia", añade Rodríguez.

La presencia de Vox ha añadido una nueva variable al arco de opciones políticas. En el último acto del partido ultraderechista en Vistalegre, el torero Morante de la Puebla se situó en primera línea. El diestro Fran Rivera también votó en las pasadas elecciones andaluzas a la formación de Santiago Abascal, que contó con Carmen Lomana como número 3 al Senado en los comicios generales de 2015.

"Se corre el riesgo de reducir la democracia a una cuestión de pura mercadotecnia", dice Julio Otero, experto en comunicación política

"En los últimos años, ha crecido la desafección hacia la política. Los partidos creen que incluir a personajes famosos es una manera de ganar simpatías. Forma parte de la 'política pop', marcada por la 'espectacularización' de las campañas electorales, que se plantean como un 'show'. Los partidos simplifican el mensaje y lo personalizan", dice Julio Otero, experto en comunicación política. En este sentido, Otero destaca que la iniciativa la ha tomado Pedro Sánchez, que reclutó para su Gobierno al periodista Màxim Huerta y al astronauta Pedro Duque como ministros de Cultura y Ciencia respectivamente.

Sin embargo, no son movimientos exentos de riesgo. Beitia ocupaba responsabilidades dentro del PP cántabro, pero nadie dentro de la dirección regional del partido esperaba que Casado le otorgase la responsabilidad de competir contra Miguel Ángel Revilla en las próximas autonómicas. Una maniobra del líder nacional del PP que no gustó a muchos cargos de la formación en Cantabria, que consideraban prioritario respetar los puestos de dirigentes y candidatos que acumulan más tiempo y experiencia en la política. "Muchos de estos famosos o independientes no dominan los códigos propios de este mundo y a veces no están muy bien vistos dentro de los partidos", expone el profesor de la Universidad de Navarra. Parecida opinión comparte Julio Otero. "No es una apuesta segura para los partidos. La política no es cualquier cosa. Para dedicarse a ella hay que tener una capacidad de resistencia. Además, corremos el riesgo de reducir la democracia a una cuestión de pura mercadotecnia", concluye.

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