La portavoz parlamentaria y número dos de Podemos, Irene Montero, ha criticado este jueves las "tretas parlamentarias" que, a su juicio, está usando el Gobierno de Pedro Sánchez para aprobar reales decretos "en medio de un periodo electoral" y ha reiterado que su formación no garantiza de antemano su apoyo.

Así lo ha asegurado en declaraciones a los medios de comunicación en los pasillos del Congreso, al ser preguntada sobre la postura que tomará su grupo parlamentario de Unidos Podemos ante los reales decretos que el Ejecutivo prevé llevar al Parlamento antes de que se celebren las elecciones generales del 28 de abril.

A este respecto, Montero no ha garantizado el apoyo de su grupo, sino que ha asegurado que lo que harán será "estudiar cada decreto" para ver "si es bueno para la vida de la gente". "Y en función de eso, decidiremos nuestro voto, si es que se nos pide en la Diputación Permanente", ha apostillado.

No obstante, a continuación ha avisado que lo importante ahora "es que hay unas elecciones generales convocadas" y, por lo tanto, deben esforzarse para que de las urnas "salga un gobierno sólido y fuerte que no tenga que gobernar a base de reales decretos leyes", sino "con una fuerza y base parlamentaria sólida que permita mejorar la vida de la gente sin tener que buscar tretas parlamentarias en medio de un periodo electoral".

No dejará que el PSOE les use para hacer campaña

El partido morado ya avisó, tras frustrarse la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), de que ahí en adelante el PSOE no podía contar por defecto con su voto, ya que este dependería de la iniciativa en cuestión.

Es decir, la formación liderada por Pablo Iglesias dejó claro, incluso antes de que el presidente Pedro Sánchez anunciara el adelanto electoral, que no iba a permitir que el PSOE y el Gobierno en funciones les usara para hacer campaña desde el Congreso.

Desde entonces, Podemos ya se ha desmarcado del PSOE en numerosas ocasiones, tanto a nivel discursivo como en el voto de iniciativas. Por ejemplo, la formación se abstuvo el martes en la votación de una proposición no de ley del PSOE para abolir la prostitución y luchar contra la trata de mujeres y niñas, y también se negó a aprobar las recomendaciones del Pacto de Toledo pactadas por el resto de grupos.